He abierto este tema para que os animéis a postear fan fictions creados por vosotros:Aquí va uno mío basado en los libros de Jean Rabe de la Quinta Era de la Dragonlance(pero solo una parte porque ocupa mucho):
<Center>El Tomo de Fistandantilus</Center>
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El hedor de la muerte se respiraba en el viento.La sangre derramada había teñido los verdes bosques de antaño en negras ciénagas y los climas suaves y agradables de Silvanesti en frías y cortantes localizaciones nevadas.La naturaleza había sido modificada por los grandes dragones Señores supremos de Krynn y de toda la Quinta Era a su antojo.
Malystrix,la más grande de todos los dragones existentes estaba colérica.Había sido traicionada por otro Señor supremo llamado Khellendros de la raza de los azules, arrebatándole el poder que le iba a convertir en diosa.Para colmo,unos pequeños mequetrefes parásitos lo habían ayudado.El más odioso de todos,Dhamon Fierolobo,le había clavado la encantada Dragonlance y le había causado múltiples heridas.Juró venganza en silencio,acabaría con la vida humana y con las de Dhamon y toda su campiña.
Pasados unos meses y tras practicar consigo misma unos encantamientos de curación,sus graves surcos en las escamas se fueron cerrando hasta quedar totalmente sellados.Entonces,y no antes,llamó a todos los Señores supremos.Uno de ellos no acudió.El condenado Khellendros había usado la poderosa magia que había convocado para transformarse en divinidad y se había largado por una brecha entre dos dimensiones en busca de una maldita alfeñique humana muerta años atrás.Tras la reunión se decidió seguir reclutando Dracs y proseguir con los ataques estipulados.
Las maquinaciones y dulces ideas de venganza fueron interrumpidas para irritación del dragón por uno de sus subordinados;un Drac rojo de fuerte robustez.Los Dracs habían sido un año atrás creados por el azul Khellendros.Malystrix descubrió la fórmula y no dudó ni un solo instante en emplearla para crear sus propias criaturas.Para engendrar Dracs los dragones usaban humanos como base(de vez en cuando escojían elfos o enanos,pero de ser así las criaturas resultantes no eran Dracs,sino abominaciones)en combinación con su magia y una lágrima propia para que heredasen parte de sus cualidades y majestuosidad.
El Drac rojo realizó una pequeña reverencia mientras Malys lo apremiaba a explicarse.
-Mi señora,todo está listo para el ataque a Benlon.Los pueblerinos creen que podrán huir de la muerte…o del honor de transformarse en uno de nosotros.-Malys levantó ligeramente su hocico mostrando sus afilados y albos dientes.
-Continuad el ataque según lo planeado.Utilizaremos esa población vecina de la gran urbe Palanthas para que esos necios ciudadanos respiren el miedo…se estremezcan de terror.Será algo que saborearé como un preludio de mi venganza.Fierolobo no rogará por su vida,nunca pedirá clemencia pero disfrutaré matándole.
<Center>2</Center>
La población de Benlon era tranquila y risueña.Se efectuaba una vida totalmente normal.Las carretas entraban y salían exportando e importando productos,los granjeros,herreros y demás artesanos trabajaban en sus respectivas granjas o talleres y los niños correteaban de lado a lado junto con sus atareadas madres.Eso era antes.La visión que se veía en aquél momento era muy diferente.La gente se abstenía a salir de sus casas temerosos de que un dragón o una de sus criaturas apareciesen esporádicamente y acabaran con sus vidas.Se habían enterado por un mensaje enviado por un esbirro de la roja que pretendían sitiar la ciudad en los próximos dias,que no intentaran huir porque la muerte les esperaría tanto en el pueblo como fuera de él.Unas pocas personas escaparon,aunque tal como dijo el mensajero murieron al encontrarse con un ejército de Dracs a unas kilómetros al oeste de Benlon.
Un batallón de Caballeros de Solamnia habían escuchado las plegarias del alcalde del poblado y habían prestado juramento de proteger el pueblo hasta los cimientos.Entre ellos acudió también un hechicero Túnica Blanca llamado Palin Majere.Sobrino del mago más poderoso que jamás pisara Krynn,Raistlin Majere,Palin era ahora su sucesor.La magia casi se había evaporado tras la marcha de los dioses,pero los hechiceros habían logrado un nuevo modo de convocar la poca magia que quedaba.
Palin era delgado.Se había vuelto a dejar crecer su cabello castaño hasta los hombros,que por un infortunio se había chamuscado meses atrás por culpa de una hechicera que lo había traicionado.
¡Comandante!¡Comandante!-Un Caballero con el emblema de la Espada corría a toda prisa seguido de cerca por el Túnica Blanca en busca del veterano Caballero Sir Joseph Firesword.El veterano se giró en redondo y dio el saludo tradicional Solámnico a el Caballero de la Espada y al mago.
-Así que finalmente has venido,señor Majere.Me alegra que hayas decidido venir,conoces bien a los Dracs…y a los dragones.
-Estaré a tu entera disposición comandante.No podemos permitir que la humanidad sucumba a este tormento.-Palin Majere estaba cansado.Su cuerpo estaba algo encorvado acostumbrado a apoyarse en el famoso bastón de mago que originalmente portó Magius,amigo del lejendario Huma, y que su tío Raistlin le había regalado a él.El bastón estaba ahora en poder de Ulin Majere,hijo de Palin.El mago ya no era tan joven como en anteriores aventuras.Sobrepasaba los cincuenta años.
-¿Qué podemos hacer ante esta oleada de terror,Majere?
-Solo luchar y resistir.Los dracs son criaturas fuertes,mas no invencibles.-Sir Joseph asintió con una expresión sombría en el rostro.La esperanza aun latía en su corazón,su coraje estaba en auge,pero una sensación oscura le recorría todo el cuerpo.
-En realidad no te llamamos para que nos ayudaras con la defensa de la ciudad,Palin miró al veterano extrañado y le hizo un gesto para que siguiera,se nos ha entregado un antiguo mapa de un hechicero Túnica Negra.Al parecer el mapa guía hasta un tomo arcano muy valioso cuya magia podría ayudar a Krynn en estos años de penumbra.
-¿Un tomo de un Túnica Negra?¿Y qué magia contiene?¿Cómo sabes que nos ayudará?
-Lo desconozco Túnica Blanca,lo desconozco.Recibimos la visita de Dalamar,y creemos que es posible que diga la verdad.Nuestro plan es enviar a unos cuantos aventureros contigo.¿Aceptarías la misión?
-Si con ello puedo ayudar a Krynn,sea así.Pero díme una cosa.¿Cómo se llama el Túnica Negra al que pertenecía el tomo?
-Fistandantilus.-Palin se estremeció irremediablemente.
-¿Y quienes serán mis compañeros?
-A uno le conoces bien.Según tengo entendido luchó a tu lado contra los señores supremos.Se trata de un semiogro llamado Groller,Palin sonrió para sus adentros,luego hay un elfo…mira ahí vienen.-El mago reconoció de inmediato a Groller y al elfo…y a la mujer solámnica también.Al cuarto aventurero no lo había visto en la vida.
-¡Gilthanas,Groller,Silvara!-Exclamó tendiendo su mano a cada uno de ellos.Se la tendió también al desconocido,que la apretó con entusiasmo.Era un humano joven de Ergoth del sur y de piel oscura.Automáticamente recordó a Rig…y con el a Fiona,compañeros también en la guerra contra los Señores supremos.
-Este es Ned Fortín.-Silvara presentó a ambos hombres brevemente.La mujer vestía una armadura Solámnica.El cabello plateado le caía por la espalda en bellas cascadas y su rostro parecía de porcelana.Pero Silvara no era una mujer común,era un dragón plateado que utilizando su poderosa magia había cambiado de forma.Gilthanas y Silvara vivían un peculiar amor.El elfo la había rechazado mucho tiempo atrás,en la Guerra de la Lanza,cuando se enteró de su verdadera identidad.Gilthanas pasó los siguientes años de su vida capturado en una prisión por sus enemigos y descubrió lo mucho que la amaba.Quizá los desaparecidos dioses así lo quisieran o fue un simple golpe de suerte o del destino,pero el caso es que se habían reencontrado y habían blindado su amor.
-Comandante,ya vienen.-Sir Joseph miró al cielo y vio como una nube negra se iba acercando.
-Palin,rápido.En el edificio del alcalde hay un pasadizo que te llevará a las afueras de la ciudad de Palanthas,el veterano desenvainó su espada y observó los rostros de duda de los aventureros,¡Corred!¡En nombre de Paladine!
-Pero...
-¡Corred!-Sin una palabra más,sin un gesto,el mago y sus compañeros corrieron en dirección al edificio que les había señalado Sir Joseph.El comandante suspiró al ver alejarse al pequeño grupo y comenzó a estructurar la defensa de la ciudad.Mandó cerrar todas las puertas de la ciudad aunque sabía que era inútil ya que los Dracs vendrían desde el cielo.
Poco a poco la sombra roja y negra se fue acercando a su destino nublando todo a su paso.El comandante Joseph se dirigió hacia los arqueros apostados en las murallas.
-Caballeros en posición milord.-Confirmó el sargento realizando un asentimiento marcial.
-Disparad cuando se pongan a tiro.Sería bueno derribar a alguna de esas bestias antes de que pongan sus sarnosas patas en el suelo.Nosotros atacaremos cuerpo a cuerpo.
El ambiente estaba cargado.Los pueblerinos más valientes se habían colocado una armadura y habían cogido una espada para unirse a los Caballeros Solámnicos.Los demás se habían quedado agazapados en sus domicilios escondidos debajo de una cama o protegiéndose en la penumbra.
Los arqueros tensaron sus arcos y prepararon sus flechas.Los demás caballeros se colocaron en masa con las espadas fuera de la vaina esperando la señal de ataque de Sir Joseph.
La nube de Dracs irrumpió con rapidez.Los arqueros lanzaron sus flechas cuando el sargento hizo el gesto de ataque.Algunos cayeron con las saetas perforándoles el cuerpo,pero la mayoría de ellos logró eludir las silbantes flechas que amenazaban con trincherarlos.Un centenar de Dracs tomó tierra junto al batallón Solámnico.El comandante Firesword lanzó un gritó de guerra y una oración al desaparecido dios Paladine justo antes de lanzarse contra el enemigo con la espada en alto.Su gran experiencia le permitió desenvolverse en el campo de batalla con bastante facilidad dominando su metal y su miedo hasta controlarlos completamente convirtiéndolos en fuertes aliados.
Los Dracs se habían replegado en largas filas y los arqueros siguieron lanzando flechas siguiendo órdenes del sargento.Sir Joseph se tropezó con el cadáver de un joven caballero de la Espada y cayó de bruces al suelo.Un Drac rojo que estaba en las inmediaciones pensó que estaba indefenso y fue a clavarle sus zarpas en el cuello.El comandante giró su cuerpo en redondo justo a tiempo para esquivar las zarpas y se levantó con agilidad creando un arco con la espada y abriendo en canal a su oponente desde el pecho hasta el hocico.El Drac se tambaleó brevemente antes de caer al suelo y ser rematado por otro Solámnico.El cabello castaño de Firesword estaba manchado de sangre y se mecía ondeante por su rapidez de movimientos.
El viento se levantó acompañado por una suave lluvia que repiqueteó en todas las armaduras de los Caballeros.Una flama de ácido lanzada por un Drac negro de la Señora Suprema Sable hirió por el costado a Sir Joseph.El veterano se agarró la herido y a continuación siguió clavando y matando a las criaturas olvidando el intenso dolor.Justo a su lado,un Caballero de la Rosa sucumbió por una garra clavada en el corazón que atravesó el fuerte peto Solámnnico haciéndolo pedazos.
-¡No os agazapéis,seguid con el ataque!-Ordenó-.¡En nombre de todos los dioses desaparecidos,juntaros todos,no dejéis que nos rodeen o caeremos!
Firesword y una pequeña masa de Caballeros logró abrir una brecha en la defensa de las criaturas y se introdujeron en el corazón del batallón enemigo.Los Dracs comprobaron alarmados el peligro sin ver salida alguna.Sir Joseph fue alcanzado nuevamente por el flamígero ácido,aunque de refilón.Los Dracs fueron descendiendo en número pero la amenaza aun estaba presente.El comandante Firesword sabía con certeza que los dragones que habían enviado a las criaturas solo querían tantear las defensas para más tarde mandar a más Dracs para terminar con la tarea.
-No,no lo toleraré.Hoy al menos no vencerán.-La batalla fue tornándose poco a poco para los Caballeros de Solamnia,que fueron rodeandolos.
Los últimos Dracs que quedaban intentaron poner pies en polvorosa por el aire,pero fueron alcanzados por las flechas de los arqueros que aun estaban con vida.
El comandante cayó de rodillas presa del esfuerzo al que había sometido a sus entumecidos músculos.Se secó la sangre del rostro,la suya propia mezclada con la oscura savia del enemigo y observó a los supervivientes,que no habían sido muchos,girando la cabeza y abrazando todos los detalles con los ojos.El pueblo era un auténtico hervidero de muerte y destrucción.Los cadáveres de cada Solámnico caído estrujaron el corazón de Sir Joseph.Los ojos se empañaron con sus lágrimas que lentamente fueron descendiendo como un río en su parte más joven bajando a través de una montaña y así empapando el atusado bigote característico de los Caballeros.El veterano entonó un antiguo poema de la orden en honor a los muertos:
Devolved a este hombre a los brazos de Huma
Más allá de los salvajes e imparciales cielos.
Otorgadle el descanso del guerrero
y haced que la última chispa de sus ojos
se libere de las incandescentes nubes de la guerra,
y vuele hacia las titilantes estrellas.
Dejad que el último soplo de respiración
se refugie en el aire ondeante
más allá de los sueños de los cuervos,donde
sólo el halcón recuerda la muerte.
Dejad,pues, que su sombra se eleve hasta Huma,
más allá de los salvajes e imparciales cielos.
-Les daremos a cada uno de ellos un entierro con honor.Todos ellos murieron por una causa justa.-Sir Joseph se irguió con una mano en el pecho en señal de reverencia y miró al suelo.Una rosa roja descansaba en el suelo intacta.El Solámnico la tomó en sus manos aspirando brevemente su fresco olor.Con la vista al frente,Sir Joseph Firesword, comenzó a andar hasta llegar al centro del pueblo,donde había un monumento en honor a Huma.Ahí colocó la rosa roja.Todavía no sabía con certeza como había llegado la rosa a él.Finalmente llegó a la conclusión de que quizá los dioses no estuvieran tan lejos como todo el mundo creía.