The King of Fighters XII

Los controles se basarán como siempre en cuatro botones: puño fuerte, patada fuerte, puño flojo y patada floja. Esto nos permitirá realizar combos espectaculares, que por desgracia se ven limitados en esta entrega debido a la reducción de técnicas para cada luchador. Siguiendo la filosofía de revival que ya hemos comentado con anterioridad, los combatientes han visto drásticamente reducida su lista de técnicas hasta dejarlos al nivel en el que podríamos encontrarlos en el King of Fighters 94. Esto resulta contraproducente en muchos casos, ya que existen personajes como Terry Bogard que han perdido sus mejores movimientos, quedando debilitados respecto a otros personajes. Encontraremos los ya clásicos desperation moves, ataques que podrán ser ejecutados tras llenar una barra como suele ser habitual en la mayoría de títulos del género. Estos ataques especiales también se han visto reducidos a uno por personaje en la mayoría de los casos, cosa que sorprenderá a los jugadores habituales de la saga.

Pero no todo han sido recortes. Se han añadido los Critical Counter, ataques que podremos activar tras llenar su propia barra y que nos permitirán realizar contraataques que dejarán al rival a nuestra merced durante un espacio de tiempo suficiente para desequilibrar totalmente el combate. Afortunadamente no será fácil realizarlos, ya que la barra correspondiente irá reduciéndose con el tiempo, resultando así en todo un reto que hará los combates mucho más interesantes.

Gráficos

Gráficamente el juego ofrece una de cal y otra de arena. Tras todos estos años esperando que SNK Playmore dejase atrás de una vez los más que obsoletos sprites de la generación de 16 bit, por fin nos encontramos con un apartado gráfico renovado. Pero no lancemos las campanas al vuelo, ya que esto no quiere decir que sea acorde a lo que debería ofrecerse en la actual generación. Los 22 personajes han sido redibujados desde cero. Pocas pegas podemos poner en el aspecto del diseño, a excepción de la excesiva musculación de la que hacen gala algunos personajes y que no encaja demasiado con su perfil, como por ejemplo Terry Bogard. El nivel de detalle es excelente y el número de frames de animación alcanza lo necesario para que las animaciones sean fluidas y agradables a la vista.

¿Dónde se encuentra entonces el problema? La respuesta es sencilla: los personajes no se han diseñado en alta resolución. Al haber sido creados los escenarios para adaptarse a una resolución de 720p, el contraste que crean los luchadores sobre ellos resulta más que evidente. Las pixelaciones y los dientes de sierra serán algo habitual en cada una de las partidas. El juego pone a nuestra disposición 3 filtros diferentes que difuminarán los bordes y el interior de los personajes de diferentes maneras para que encontremos la que nos resulte más adecuada, aunque esto no deja de ser un parche para un fallo que sigue cantando demasiado.

La gente de Playmore no ha ofrecido una explicación al respecto, pero cuesta entender como no han podido incluir la alta resolución en su totalidad con la gran capacidad de almacenamiento de la que disponen los sistemas de la actual generación. Disfrutaremos durante los combates de tres niveles de zoom diferentes. Uno para cuando los personajes se encuentren alejados, otro para el combate cuerpo a cuerpo y uno más todavía más cercano que se activará durante la ejecución de los Critical Counter. Las transiciones entre los distintos niveles se efectúan de manera suave y más que satisfactoria.