La prestigiosa revista española de cine, FOTOGRAMAS, ha publicado en su web la crítica de nuestra película. Supongo que saldrá en la versión impresa del mes de Agosto, porque en la de julio no viene nada. Soy asiduo a esa revista, y no echan mucha cuenta a las adaptaciones de videojuegos. Ya sabeis... son reacios a admitir que los videojuegos son más de lo que creen que son para la sociedad. Pero me llama la atención la crítica que le hacen. Miren.
2006 Canadá, Francia - DIR: Christophe Gans
INT: Alice Krige, Deborah Kara Unger, Sean Bean, Laurie Holden, Radha Mitchell, Kim Coates, Tanya Allen, Jodelle Ferland
Valoración: No se la pierda (4 estrellas)
"Suerte de retoño humano-cylon, amorfo y sobredimensionado, sí, pero, desde luego hermoso"
Críticos de discurso pleistocénico dispuestos a verter bilis sobre este logro de la dirección artística (Bacon, Bellver, Witkin, Sherman, los Quay, Helnwein, Sigismondi, Giacobbe, los Chapman...), el diseño audiovisual (ese Yamaoka...), la atmósfera angustiosa y la manipulación sensorial los hay a cascoporro en cualquier publicación (o cibersótano) que todavía sirva de caverna a esa necedad intelectual, ya insalvablemente inmovilista, llamada cinefilia. Como antídoto a tanta mema superficialidad les recomiendo que lean a gente no anclada en coordenadas culturales periclitadas como Vicente Verdú o el perspicaz ludólogo Gonzalo Frasca. Tanto uno, con su teoría del sobjeto aplicada al ocio contemporáneo, como el otro, mediante el estudio narratológico de las relaciones videojuegos-cine, aportan muchas más claves para interpretar un ejercicio de hibridación como Silent Hill que miles de reseñas ofendidas ante su negación del canon aristotélico. Suerte de retoño humano-cylon, aún amorfo y sobredimensionado, sí, pero, desde luego valioso; descendiente lejano del Machen más intuitivo y asustante, hijo del Argento de retablos genialmente ilógicos tipo Inferno, y hermano de talentos barkerianos que no se dedican a la pantalla grande sino al ocio interactivo, estamos ante otro pasito hacia esa nueva experiencia inmersiva-representacional que pasado mañana, podrido ya el paradigma de la dramaturgia clásica, alguien lúcido dejará de llamar películas.
Para cobayas post-cinéfilas.
Lo mejor: el diseño de producción de la ya mítica Carol Spier.
Lo peor: escuchar/leer por enésima vez la cantinela de que el guión resulta deficiente.
Me gusta la crítica. ^_^