Las secuencias de vídeo han perdido cierta pulcritud. Efectivamente, algunas de ellas, principalmente en las que Kojima no se excede de melodramático y logra encajar su particular humor, acción y contexto por buen cauce, logran maravillar gracias a su inigualable domino de la cámara…en un videojuego. Es un tema demasiado espinoso y que tras cuatro entregas no tiene sentido debatir, pero sigue pareciéndonos muy pernicioso el abuso (que no uso) de secuencias de vídeo para narrar una historia en un videojuego, que a su vez se fue agraviando en cada entrega y en esta ocasión se ha transformado en una debacle.

Siendo francos, ni un fan debería tolerar, o mejor dicho, digerir con gusto, el último acto del juego. En la recta final, prácticamente 2 horas y media, puede que tan sólo disfrutemos de 10, 12 minutos a lo sumo de juego. La última secuencia con la que se cierra la cuadrilogía (que no destriparemos, suficientes han sido los innecesarios trailers virales propios del señor Kojima) supera los 90 minutos de duración, resultando en algunos puntos vibrantes, espectaculares y realmente que realmente logran emocionarnos si empalizamos con la secuencia (que puede llevarnos fácilmente al anti-climax por su incomprensible duración), con auténticos disparates propios de David Zucker en sus momentos más bajos. La duración en nuestra primera partida rondó las 17 horas, con más de nueve horas de vídeo, un dato para que podáis imaginaros las desproporciones y excesos en los que ha caído Hideo Kojima en esta entrega.

Donde no hay nada que castigar es el en el excelente trabajo musical que una vez más ha firmado Harry Gregson Williams. Con honorables colaboraciones, como la de Ennio Morricone, la BSO de MGS4 puede que no alcance las cotas de grandilocuencia y mimética de MGS3, pero es indiscutiblemente de lo mejor que escucharemos este año en un videojuego (incluido el espectacular uso del Dolby Digital). El doblaje americano sigue siendo excelso, con las voces de anteriores entregas como la de un David Hayter (Old Snake) especialmente inspirado.

Metal Gear Solid 4 es un título difícil de diseccionar. Demasiado bipolar, en momentos, especialmente cuando ataca a nuestra nostalgia (punto flaco de todo jugador de la saga…), consigue introducirnos y revivir grandes viejos momentos. Cuando la acción desborda, el juego brilla como en ninguna otra ocasión la saga había podido llegar a soñar. Los momentos de infiltración pura, un guiño al cine noire y que sin duda firman uno de los mejores parajes del juego, hacen imaginarnos un "Guns of the Patriots" que si hubiese mantenido el ritmo y no hubiese mostrado tan a flor de piel sus múltiples vergüenzas, hubiese podido ser un serio candidato a juego del año. Lamentablemente, ni es el mejor capítulo de la saga, ni lo que nos habíamos esperado, dentro de los márgenes de su propia genialidad.

Puntuaciones

Gráficos: 9.0

Sonido: 9.0

Jugabilidad: 8.0

Duración: 7.5

Multijugador: 8.0

Historia: 8.5

TOTAL: 8.5