Lo que incluye la caja. El relativo bajo precio de la tarjeta (unos 249 Euros) impide que Zotac se haya estirado como hacen otras incluyendo algún juego en plan Orange Box o STALKER. Nosotros preferimos que cueste menos dinero y elegir luego a qué juegos jugar, así que sin problema. Además del típico CD de Drivers se incluyen un adaptador de DVI a VGA (la tarjeta tiene doble salida DVI), un cable con salida de televisión y un adaptador de corriente a PCI-Express, por si la fuente de alimentación no viene preparada.
El equipo de pruebas. Una tarjeta de este calibre se merece un procesador a su altura, qué menos que un Quad Core Q6600 Stepping G0 de Intel. Además, para que el límite no sea el procesador, lo hemos overclockeado con el bus a 1333 MHz (core a 3 GHz). Este chip es de lo mejorcito que te puedes encontrar hoy en día para videojuegos: barato (250 Euros), preparado para el futuro (4 núcleos) y fácilmente overclockable poniéndole el bus a 1333 (si tienes una placa con chipset P35 o X38) y con un buen disipado por aire (ni siquiera hace falta refrigeración por agua). De memoria usamos 2GB en dos módulos de 1GB DDR2 800 con los “timings” a 5-5-5-15, en una placa Gigabyte P35-DS4.

Los benchmarks Para saber si esta tarjeta merece la pena vamos a usar el programa RivaTuner para ponerla a velocidad de stock (600 core y 1800 memoria) y simular una 8800GT “monda y lironda”. Además la vamos a comparar con la tope de la anterior generación, la ATI Radeon 2900 XT (512 MB a 740/1660), para que los que dudéis de si merece la pena dar el salto lo tengáis claro.
Los juegos elegidos para machacar la tarjeta son Crysis (DX9 en High y DX10 en Very High), STALKER y Company of Heroes.Además metemos los 3DMark 2005 y 3DMark 2006 (con Shader Moder 3.0) para dar ambiente, aunque a nosotros los bench sintéticos no nos gustan nada.
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