Steambot Chronicles

Los personajes principales a diferencia de los secundarios están muy bien detallados, de hecho podemos personalizar a Vanilla con mil y un atuendos, que previamente compraremos en las tiendas de moda de la ciudad. La cara y gestos de los protagonistas están bien detallados sin grandes alardes pero coherentes con la estética de dibujo japonés que estila el juego. Los otros protagonistas, los "trotmobiles", son completamente personalizables, diferenciando su customización en ; cuerpo, patas, brazos, rejilla, armazón posterior y cabina. Podremos reforzar o aligerar el vehículo, pasar de bípedo a cuádruple, de tener armas en los brazos a picos y martillos, de pequeño portamaletas a un gran sistema de carga. Múltiples combinaciones que afectaran al consumo de combustible de nuestro "bot" (el vapor), que irá agotándose con el uso y deberemos de ir abasteciendo.

Controlando nuestro bot...
En lo referente a la jugabilidad nos encontramos con la baza fuerte del juego. Dado su sistema basado en acciones principales totalmente primordiales para avanzar y las secundarias que no afectan al transcurso de la historia, nos puede durar lo que deseemos. Podremos dedicarnos a avanzar en la trama o a entretenernos en tocar instrumentos, comprar ropa, alquilar una habitación y decorarla, jugar al billar, hasta personalizar y luchar en la arena contra otros "trotmobiles". Siempre bajo la premisa de no quedarnos nunca sin dinero ya que será necesario para ampliar nuestro vehículo, mantener nuestra habitación alquilada (si no queremos que nos hechen), comer (esencial ya que el sonido de nuestras tripas molestará a los demás personajes y nos será mas difícil movernos), mantener siempre reparado y a punto nuestro vehículo. Mención especial merece los minijuegos de tocar instrumentos, basados en secuencia de botones y en la cantidad de gente que nos oiga y nos deje propina y el billar, donde en cualquier bar podremos retar y apostarnos nuestro dinero tan costosamente ganado.

Si bien, mientras nos movemos controlando a Vanilla, el control es bastante cómodo e intuitivo, la cámara es de libre manejo, como contrapunto nos encontramos con que la conducción de los "trotmobiles" es bastante tosca, haciendo uso de los dos sticks analógicos y combinaciones entre ellos para moverlo en las distintas direcciones. Este control requerirá cierta práctica y un poco de pericia por nuestra parte, aunque al principio del juego se puede optar por realizar un tutorial, no obstante, nos llevará más tiempo del deseado aprender el manejo. Una vez controlemos el bot a nuestro antojo, se nos presenta mil y una manera de darle uso, podremos dedicarnos a luchar (los combates siempre serán en tiempo real), a trabajar en el campo, a excavar en la roca para encontrar fósiles (siempre que pases por el taller de rigor y gastes dinero en ampliaciones) o simplemente desplazarte de una ciudad a otra. Y si nos aburrimos de usar siempre el mismo método de transporte, a nuestra disposición habrá bicicletas, autobuses, tranvías y trenes con los que podremos recorrer el mundo de Steambot Chronicles.