El Periplo del Rey Maldito es un juego inmenso, tenemos más de cien horas por delante (si lo queremos completar todo) y por tanto hay mucho que hacer. El juego sigue unas pautas básicas. En general la historia va fluyendo mientras vamos avanzando por mazmorras, pasando por pueblos, cuevas y realizando acciones para otras personas. Como en cualquier Rpg, tan pronto como abandonamos la seguridad de los pueblos/villas/ciudades, nos pueden atacar infinidad de monstruos. Aquí entra el juego el sistema de batalla que Level Five ha construido siguiendo las instrucciones base de otros videojuegos de la franquicia. Lo primero que se nos muestra al iniciarse la batalla son los monstruos a los que nos enfrentamos, la barra de estado de nuestros héroes en la parte superior, y un menú con cuatro opciones; luchar, huir, intimidar y táctica. La primera de ellas nos ofrece la posibilidad de luchar, usando ataques físicos, una habilidad aprendida, conjuros mágicos, defender, objetos, o el poder "mentalizar". Esto último es una de las cosas más interesantes e importantes del sistema de combate de Dragon Quest VIII. Utilizando esta pestaña, podemos concentrar nuestra energía para realizar un ataque más poderoso en un turno siguiente (la potencia de la concentración se mide en proporciones, que se aumentan si repetimos la operación varias veces, aunque por supuesto perdemos turnos al emplear esa opción). Cabe destacar que este Dragon Quest es el primero de la saga en el que vemos al personaje atacar. Se ha respetado la vista en primera persona al gestionar los movimientos, pero la visión cambia a tercera persona cuando se produce la acción. La opción "huir" del menú principal de batalla no creo que deba ser explicada, no hay mucho que entender. Sin embargo tenemos las otras dos opciones restantes, que son bastante interesantes. Por un lado con "intimidar" conseguimos en ocasiones asustar a algún enemigo, y por el otro lado la opción "táctica" nos ofrece la posibilidad de "automatizar" la conducta de nuestros compañeros de batalla asignándoles unas órdenes sencillas. Los combates se disputan en el mapamundi y en las mazmorras, de manera aleatoria. Naturalmente también hay jefes finales a los que hay que derrotar para seguir avanzando.

A medida que se va luchando, se va almacenando experiencia. Gracias a ella se puede subir de nivel e ir ganando nuevas habilidades. Cada personaje puede utilizar una serie de armas diferentes que se deben comprar en tiendas, adquirir en cofres del tesoro o crear usando la alquimia (que explicaremos en breve). También puede reforzar la defensa con yelmos, armaduras y mejorar atributos con amuletos, anillos y otras joyas. Cuando se sube de nivel se aprenden (de vez en cuando) nuevos conjuros y se reparten una serie de puntos que has de distribuir a tu antojo. Estos puntos sirven para mejorar tu habilidad con armas (por ejemplo en el caso del personaje principal tenemos la espada, el boomerang y la lanza) y sin armas. Cuando se rellenan los suficientes puntos, se gana una nueva habilidad, que funciona únicamente con un tipo de arma en concreto.

Tal y como hemos asegurado unas líneas más arriba, vamos a intentar explicar en que consiste eso de la alquimia. Lo primero que hay que conseguir son las recetas, que las podemos encontrar entre libros. Una vez que tengamos la receta en las manos, entramos en el menú de personajes y nos vamos a la última pestaña- miscelánea. Desde ahí accedemos a "Pote de alquimia" y listo, ya podemos empezar a mezclar ingredientes. Gracias a la alquimia podemos crear desde brebajes hasta armaduras, escudos y armas. Los productos únicos que creamos se pueden vender luego por una pequeña fortuna, aunque eso si, dejan de tener valor una vez vendemos varios.

Los pueblos son importantes

El peligro de las mazmorras hace que los pueblos y ciudades tengan una importancia capital. Allí encontramos las principales tiendas, las posadas para descansar y las iglesias, que nos brindan la posibilidad de guardar la partida, de resucitar a los personajes caídos en batalla, de exorcizar/curar venenos, y de "adivinar" cuantos puntos de experiencia nos faltan para subir de nivel. Es vital prepararse bien para salir al mapamundi, la dificultad está muy bien calibrada y aunque subes de nivel, los monstruos también van aumentando su poder.

No hay duda de que estamos ante uno de los mejores videojuegos del catálogo de Play Station 2, y porque no decirlo, también ante un juego que ha ingresado en la elite de los Rpg´s de esta generación. Dragon Quest: El Periplo del Rey Maldito lo tiene todo; preciosos gráficos, buena banda sonora, un sistema jugable sobresaliente, muchas horas de juego y una historia entretenida que engancha de principio a fin. Los aficionados al rol por turnos encontrarán en Dragon Quest un nuevo pilar en el que sostenerse en el futuro, y los novicios en este género podrán adentrarse en el mundo del rol sin problemas gracias a una curva de dificultad bastante equilibrada (que no fácil).

-Precioso gráficamente

-La historia, sencilla pero con gancho

-El sistema de combate, fluido y entretenido

-Cuatro personajes jugables…podrían haber sido más

Puntuaciones

Gráficos: 9.2

Sonido: 9.0

Jugabilidad: 9.2

Duración: 9.3

Multijugador: 0.0

Historia: 9.0

TOTAL: 9.2