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Por otro lado, el desarrollo de las misiones es bastante variado. Ya puedes estar aguantando y defendiendo un punto de control, que los objetivos cambian y de repente hay que atacar, rodear y eliminar al enemigo, que por cierto, son bastante "tontos" y "marionetas", no son nada naturales y muy a menudo, la eliminación de uno hace que aparezca otro en su lugar, haciendo exactamente los mismos movimientos, como si hubiera ahí un "loop" interminable que te obliga a dejarles de lado y avanzar caminando por el escenario hasta dejarles atrás. En este sentido el juego pierde mucho.
Gráficos
A estas alturas, podríamos exigir a primera vista algo más de este juego, sin embargo, como ya dijimos en el apartado antetior, no hay ningún juego hasta ahora que haya logrado crear tanto caos en un mismo escenario, tantas explosiones, tantos trozos de piedra volando, tantos soldados en pantalla corriendo de un lado para otro, aviones disparando, fuego, humo, disparos, etc. Todos estos efectos ambientales ralentizan mínimamente y en numerosas ocasiones el juego. Sin embargo, cuando toca atravesar unas naves vacías, sin ruido de fondo, pues te quedas un poco inconformista.
El modelado de los personajes es muy correcto. Quizás más realista por las caras y los movimientos, que por el vestuario, donde mangas y pantalones se ven un poco "geométricos" si te fijas un poco, al igual que las cuadriculadas ruedas de los vehículos, pero realmente nada de eso llega a llamar la atención de forma negativa, ya que hay cosas más interesantes, como por ejemplo los escenarios. Gráficamente, algunas texturas se ven con demasiada poca calidad, pero los colores están muy cuidados, y las formas también, como por ejemplo los árboles, donde podemos contar una a una las hojas, y los muros derrumbados para poder cubrirte.
Podemos generalizar, y decir que gráficamente es un juego algo gris a estas alturas, en calidad de texturas y formas, pero equilibrando la balanza, muy poderoso por los efectos especiales e ínteractuación en los escenarios, y os aseguro, que la balanza está muy en equilibrio, mostrando con descaro los aspectos positivos más que los negativos.
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