|
Estética
Nada más arrancar el menú principal del juego, se me vino a la mente el "Heroes of the pacific", aquel juego bélico de aviación que tan buenos momentos nos hizo pasar. Los menús son muy similares, con ilustraciones a mano sobre papel arrugado de color ocre, carteles de guerra de la época, muchas tonalidades azules, rojas y blancas como muestra del patriotismo americano, etc. Cada pantalla nos enseña un dibujo distinto. Realmente estos detalles que parecen tan insignificantes, logran a la perfección anticiparnos una imagen del juego y de la época casi sin darnos cuenta, algo así como si fueran mensajes subliminales de lo que vendrá después.
Dejamos atrás los menús, para adentrarnos en lo que es el juego. Los escenarios están cuidados hasta el último detalle, pero hay que aclarar cuanto antes, que se terminan haciendo muy repetitivos, a pesar de la diversidad de escenarios.
El ambiente que se respira en el juego es sorprendente. Por un lado, podemos ver valles, montañas, casas, edificios, árboles… todo muy acorde con cada escenario, sin embargo, pocas veces durante el juego podremos pararnos a observar el paisaje, ya que continuamente tendremos fuego enemigo encima, no podemos parar de improvisar movimientos, de ver explosiones que "por casualidad" has esquivado, de sufrir la pérdida de un compañero mientras avanzamos y no poder detenerte, ya que correrías peligro de muerte, de disparar casi por instinto al ver algo moverse, de esconderse cuando aparece un tanque... todo en Call of Duty 2, es tensión y agobio. Cada misión podríamos dividirla en dos para este aspecto: los primeros segundos y el resto de la misión. Los primeros segundos son tranquilos, pero en cuanto se avance lo más mínimo, sólo veremos humo por encima de nuestras cabezas, cuerpos volando, fuego en el interior de las casas, aviones ir y venir, etc. Trozos de piedra que se rompen en tus narices, paredes que se derrumban dejando al equipo vendido ante el enemigo, aviones que son derribados y te podrían caer encima, y muchos aspectos más por los que hay que estar en alerta todo el tiempo.
Están muy bien los cambios de escenarios, y pasaremos de combatir en unas praderas verdes con casitas, a hacerlo en un desierto lleno de bunkers, algunas de noche y la mayoría con día soleado. Aparentemente el repertorio es muy amplio, sin embargo, el jugo es algo corto, y llega a cansar un poco el hecho [error desde mi punto de vista] de que la mayor parte de las misiones es avanzar y avanzar, por un camino recto, predeterminado por el avance de las tropas, o por las aperturas de camino que van surgiendo "automáticamente" para que puedas pasar y terminar la mision. Aunque el realismo sea evidente, por las vestimentas, las armas reales (muy numerosas, por cierto), el movimiento del escenario, el uso de vehículos en algunas misiones, etc, no se trata de un juego con libertad de movimiento, sino que hay que seguir, literalmente, un camino recto, lleno de trampas e imprevistos, pero recto igualmente.
|
|
|
