Por suerte, en el aspecto técnico y gráfico este Age of Empires IV si se diferencia lo suficiente de los anteriores. Y es que no en vano hace ya quince años de la última vez que disfrutamos de esta saga en tres dimensiones, pese al limpiado de cara de hace unos años. Visualmente, el juego también apuesta por un mayor nivel de detalle y un nuevo lenguaje visual que nos diga desde un primer momento que estamos jugando a este título, y no a otro. Se acaban las cuadrículas, y damos la bienvenida a la generación orgánica de detalles como los caminos o carreteras, potenciando la sensación de realmente estar construyendo una ciudad, algo que sin duda no estaba tan presente en juegos anteriores.
El juego también parece querer deshacerse de alguno de los comentarios con sorna más característicos, como el hecho de tener a un aldeano con un martillo levantando una maravilla de la nada. Cada edificio contará con su propia animación de construcción en la cual veremos como poco a poco, unos pequeños aldeanos de color dorado brillante van añadiendo trozos al edificio, estilo video de “time-lapse”. Un detalle que importa poco a la hora de jugar, pero que resulta visualmente muy llamativo.
La banda sonora reconozco que no está a la altura de los Age of Empires anteriores, si bien se ha hecho un esfuerzo porque la pista musical se ajuste a la acción actual de nuestra partida. Aunque, por suerte, nada nos impide quitarla y reproducir la que queramos. También me llama la atención el esfuerzo realizado por el equipo por ofrecernos pequeños videos documentales a modo de recompensa tras cada misión, o a la hora de ambientarlas, relacionando el juego con obras de arte como el tapiz de Bayeux, o contándonos como funcionaban las ballestas. Muy educativo.
Conclusiones
Es posible que suene demasiado intransigente con este juego, pero reconozco que Age of Empires IV me tiene perplejo. Quiero decir, estamos hablando de un juego que técnicamente se anunció hace más de diez años, y que muchos esperábamos con bastantes ganas, pero que ha decidido salir a la venta siendo prácticamente un calco de un juego anterior y con menos contenido que el susodicho. Es cierto que quizá mantenerse fieles al plan original era arriesgado, por una mera cuestión de expectativas, o por que desde entonces han salido juegos como Company of Heroes (irónicamente, realizado por Relic Entertainment también). Pero si tu objetivo es cambiar de tercio y hacer un borrón y cuenta nueva en la saga, ¿por qué molestarse en decir que eres la secuela profetizada?
El punto más negro del título es la falta de contenido, en mi opinión, aunque Microsoft ha prometido que se irá añadiendo más contenido con el paso del tiempo. Pero no ha quedado claro si esto se debe a una estrategia de pseudo Early Access, por la que iremos obteniendo nuevas campañas o unas cuantas civilizaciones de forma gratuita, o si tendremos que ir pagando por nuevos DLCs, siguiendo el modelo pay2pay que empresas como Ubisoft tan alegremente enarbolan. Y antes de que me queráis colgar el palo mayor por siquiera dar a entender esto, recordad. Estamos hablando de la misma Microsoft que relanzó tres veces el mismo juego, y que aun va ampliando en el tiempo con nuevos DLCs de pago sin ningún tipo de rubor.
En cualquier caso, si obviamos que Age of Empires IV no es el Age of Empires IV que esperábamos, nos encontramos ante un juego demasiado parecido a lo que ya tenemos, con algunas buenas y malas ideas, y que seguramente resulte más atractivo a jugadores que sólo han conocido el género mediante MOBAs. Pero la falta de contenido y de personalidad propia provoca tantas comparaciones que es inevitable pensar “Si el otro juego está mejor y más completo… ¿por qué juego a este?”
