Si hay un nombre mítico en los juegos de PC, y sobre todo, en el género de la estrategia, es el de Age of Empires, una franquicia que si bien tuvo una tercera parte algo particular, nadie duda que merece estar en lo más alto junto a portentos como StarCraft, WarCraft, DOTA o derivados. Por eso, cuando Microsoft anunció en 2008 que Ensemble Studios dejaría de existir tras desarrollar Halo Wars, muchos no pudimos evitar soltar una lagrimita. Más de una década después, Microsoft ha decidido resucitar la franquicia, contando para ello con los exsegueros Relic Entertainment, conocidos por sus Dawn of War. Os adelanto ya que no es el único gran cambio que nos espera en este juego…
¿Dónde está mi segunda guerra mundial?
Age of Empires es una franquicia que siempre se ha caracterizado por su tino a la hora de plantear su contexto histórico. Age of Empires I nos invitaba a introducirnos en la época clásica, gestionando la economía y los ejércitos de pueblos como los hititas, los griegos, los cartagineses o los egipcios, en Age of Empires II avanzábamos a la baja edad media y podíamos usar a los francos, el sacro imperio romano o las civilizaciones precolombinas, dejando para Age of Empires III la fiereza de la conquista del nuevo mundo y las posteriores guerras de independencia. Por supuesto, lo más lógico y coherente viendo la progresión es que Age of Empires IV nos vuelva a retrotraer a la baja edad media. Perdón, ¿qué?
Es posible que si sois de la vieja guardia, tengáis en mente aquella prometedora imagen del libro de arte de Age of Empires III, donde se dibujaba el futuro de la franquicia, apareciendo un soldado de la segunda guerra mundial en una trinchera junto al IV, y una nave espacial junto al V. Pues seamos claros desde el principio. Age of Empires IV no es ese Age of Empires. De hecho, como ya dije, parece más bien otro Age of Empires II. Sí, por tercera vez en los últimos años.
De nuevo podremos escoger nuestra civilización entre ocho (en lugar de entre trece como en el Age of Empires II, o treinta y siete, si hemos comprado alguna de las versiones “definitivas”), para llevar a nuestro pueblo a través de la edad feudal, de los castillos e imperial y acabar con nuestros adversarios a lo largo de cuatro campañas (cinco en Age of Empires II, o veintisiete en la versión “definitiva”). Uf. ¿En serio a nadie se le ha ocurrido plantear en mitad del desarrollo que competir contra ti mismo ofreciendo menos es una malísima idea?
Cambios sutiles
Entonces partimos de la base de que tenemos una secuela que se parece demasiado a una parte anterior, y que parece tener menos contenido a priori. ¿Qué motivo podríamos tener para poder querer jugar a Age of Empires IV?
