Supongo que una de las principales razones sería poder jugar al nuevo estilo de partidas de AoE4. Es en este punto en el que se nota que es Relic Entertainment quien está al mando, conocidos justamente por después de hacer un juego de estrategia “a la vieja usanza” con Dawn of War, intentaron innovar de todas las maneras posibles para su segunda y tercera entregas. En esta ocasión, los mimbres de lo que es Age of Empires siguen estando ahí, pero bastará un ratito en el tutorial para que veamos hasta que punto han cambiado las tornas.
Lo que primero nos llamará la atención será el cambio de forma de pasar de era. Si bien en los juegos anteriores era una “tecnología” más a investigar una vez habíamos construido al menos dos edificios de la era actual, ahora el pase de era se simboliza con la construcción de un edificio. Parece un cambio nimio, pero dejadme que os cuente la gran diferencia. Por tener dos centros urbanos no podías investigar más rápido. Pero un edificio si tienes maneras de terminar de erigirlo antes.
Este edificio, además, nos ofrecerá distintas ventajas, siempre diferentes para cada civilización, y pudiendo escoger entre varias opciones en el momento de construirla. De esta manera, el juego gana dinamismo y rapidez, pareciéndose en cierta manera a StarCraft, donde ciertos ordenes de construcción nos podían permitir hacer un cierto “rush” tecnológico con el que sobrepasar a nuestro oponente. La parte mala, al igual que en StarCraft, es que dependiendo de nuestro modo de juego, puede darse el caso de que ni siquiera lleguemos a plantearnos el avanzar a la edad imperial, al estar sentenciando antes de eso la partida.
Partidas más rápidas
Esto provoca más cambios en la dinámica habitual de una partida de Age. Por ejemplo, ahora la cantidad de edificios que desbloqueamos por era se reduce drásticamente, y si queremos ganar arrasando a nuestro enemigo, nos tendremos que centrar en sus edificios insignes, pudiendo ignorar todo lo demás y acabando de un plumazo con las típicas partidas de juego del escondite contra personas realmente pesadas.
El resto de condiciones de victoria tradicionales también sufren un pequeño cambio. Por ejemplo, aun podemos ganar si construimos y defendemos una maravilla, aunque tendremos que tener cuidado contra la IA o los jugadores más rápidos, que muy seguramente manden a sus sacerdotes a capturar los lugares sagrados. Si los capturan todos y los defienden durante un tiempo, perderemos la partida, por lo que tendremos que tener siempre un ojo hacia el exterior, no pudiendo atrincherarnos dentro de nuestro pueblo.
También el juego innova a la hora de imponer restricciones en la partida. Por ejemplo, en Age of Empires IV las armas de asedio serán muchísimo más importantes, ya que una vez nuestro adversario investigue la forma de transformar sus empalizadas de madera en murallas de piedra, tendremos que recurrir sí o sí a una catapulta o similar para destruirla. Nuestras unidades de a pie serán totalmente inútiles contra estos muros, a diferencia de lo que ocurría en Age of Empires II, y tampoco podremos aprovecharnos de que la puerta este abierta temporalmente para dejar pasar al enemigo, nuestras unidades “no harán trampa” y se esperarán pacientemente en la puerta a que alguien la rompa.
