Grand Theft Auto: Liberty City Stories

¿Son compatibles ambas afirmaciones? ¿Decepción en la comparación con historias anteriores y juego alucinante? Pues si. Como veremos a continuación los gráficos son geniales (al nivel de los de la PS2), la libertad de acción es total, seguiremos pudiendo robar coches, hay un montón de secretos que descubrir, la selección musical de las emisoras es variada y de muy buen gusto… Además de que hasta hoy ningún juego había exprimido la pequeña PSP como este, si te aíslas de lo que conoces de las consolas de sobremesa y te quedas con los que Liberty City Stories ofrece, alucinas.

Las Armas y vehículos.
En la línea de la serie: muchas y muy brutas. Como es normal empiezas con lo mínimo, pistolas y bates de béisbol, aunque con el paso del tiempo le podrás quitar armas más tochas a algunos enemigos y las tiendas empezarán a ofrecerte mercancía más potente. El juego nos permite llevar únicamente un arma de fuego encima, con lo que será fundamental saber elegir la nuestra dependiendo de a lo que nos vamos a enfrentar (muchos enemigos a la vez que requieren un arma rápida como una metralleta, destruir objetivos resistentes donde es más interesante tener una escopeta…).

Los vehículos disponibles son de lo más variado, hay todo tipo de coches, camiones y furgonetas (todas robables, por supuesto), además de las motos incluidas en el Vice City y alguna que otra sorpresa que no os vamos a desvelar ;-)

Control.
Tras pasar con nota del DualShock de la PS2 al mando de la Xbox, Rockstar se ha enfrentado a un reto mayor: los controles de la PSP. En este caso el Joystick sirve para moverse por el mapa (lógicamente), aunque se hecha en falta el segundo stick para controlar la cámara, que podremos poner a nuestras espaldas pulsando el disparador izquierdo. Me costó bastante acostumbrarme y creo que aun no le tengo cogido el tranquillo del todo, pero no se puede hacer más con la PSP. El resto de los controles (salto, arma, disparo…) son similares a los de la PS2, bastante intuitivos y sencillos de manejar.

Conducir el coche es una gozada, aquí si que han conseguido reproducir la sensación de libertad lograda en las versiones de consola casera. Podremos meternos con nuestros vehículos en casi cualquier sitio, saltar, robar, atropellar… Lo habitual, vamos. Ni que decir tiene que el control del coche sigue siendo totalmente arcade, nada de simulación, aquí consiste en divertirse e ir a toda leche por la ciudad, no emular a Fernando Alonso.