El miedo del ser humano a dejar de ser la especie dominante
Con
Detroit: Become Human su director David Cage vuelve a tocar varios
aspectos de la sociedad actual y quién sabe si futura. Ese miedo a lo
desconocido, ese recelo a que algo te sustituya en algo tan fundamental
como el puesto de trabajo ya es algo vigente en el dÃa de hoy y que
podemos ver cada vez que en las noticias sale como un puesto de trabajo
puede ser desarrollado por una máquina que no requiera ningún tipo de
descanso y sobretodo remuneración económica. Es precisamente un
personaje como el de Todd el que nos muestra directamente como pueden
influir esos acontecimientos en una persona, cambiando completamente su
personalidad y perdiéndolo todo hasta el punto de refugiarse en las
drogas y agrediendo a su propia hija.

A través de Markus podemos
ver otra de las facetas que temen muchas personas cuando se habla de
crear androides con aspecto humano, el que puedan crearse una
personalidad propia y desear ser tratado como una persona más. Salvo que
los androides sean diseñados de tal forma que jamás pudieran ser
mejores que un humano ese miedo está ahÃ, pero es cierto que nosotros
como especie tenemos la costumbre de crear lo mejor posible en todo
entre lo que se incluye lo que nos puede matar. El tema de las
Inteligencias Artificiales y su evolución hasta el punto de convertirse
en algo completamente diferente a lo que se diseñaron en un principio
para acabar por tener libre albedrio es algo que ya se ha tratado en
muchas obras de la ciencia ficción y es algo muy similar a lo que
podemos experimentar en esta obra.
En Connor considero que está
reflejado ese estereotipo de androide perfectamente programado para
desarrollar su función, esa máquina perfecta e infalible que hará todo
lo posible para poder cumplir con esa misión que su dueño le ha dado.
Pero también se pueden ver atisbos de una personalidad propia si
empezamos a pensar si esa máquina no estará actuando de esa manera para
pensar que hace todo lo que hacemos o para tenernos contentos cuando
verdaderamente lo que quiere es separarnos la cabeza del cuello y
lanzarla a un rio.
En definitiva es una obra que toca temas muy
complejos en ocasiones y que están perfectamente vigentes incluso a dÃa
de hoy a pesar de estar ambientado dentro de 20 años pero que como hemos
plasmado anteriormente ya empezamos a recelar de lo que podemos crear y
quién sabe si finalmente ser sometidos por aquellas maquinas que
creÃmos estaban bajo nuestro control.

Un juego 100% David Cage tanto en mecánicas como en gráficos
Quien
ha jugado a las obras de David Cage sabe perfectamente cómo se
desarrolla Detroit: Become Human pues sigue los parámetros de juegos
como Heavy Rain o Beyond Two Souls. La historia va pasando a través de
nuestros ojos y tendremos ocasiones en las que podremos interactuar con
el entorno para realizar ciertas acciones que permitan que la historia
avance o en el caso de Connor recoger pruebas que nos permitan nuevas
rutas de actuación. El juego es inmenso en cuanto a posibilidades y
pronto lo descubrimos con los arboles de acciones que podremos acceder
en todo momento pausando el juego o al final de cada uno de los
capÃtulos, los posibles finales están fijados pero nuestras acciones nos
llevarán hacia ellos creando nuestra propia historia.
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