La historia como excusa para divertir "Sololo y Luluna velan por el mundo de Mario Party desde el cielo. Las fiestas que organizan son memorables. Por su común afición a las juergas, siempre se han llevado bien... Bueno, por lo menos hasta el dÃa en que a Sololo se le ocurrió preguntarse cual a Luluna quién de los dos era más deslumbrante.

Tal riña se preparó, que el cielo tronó con un estruendo cataclÃsmico.
Los intentos de Mario y su pandilla por reconciliar a Sololo y Luluna fueron vanos; no parecÃa haber forma alguna de zanjar el problema. Pero, en esto, a Mario se le ocurrió una idea brillante: ¡usar el poder de las estrellas!
Se acordó celebrar una fiesta multitudinaria con el fin de reunir las estrellas y llenar el Banco. Dispuestos a resolver las diferencias entre Sololo y Luluna, Mario y compañÃa se pusieron a jugar de inmediato.
Sin embargo, nadie sabÃa a ciencia cierta si las estrellas lograrÃan que los astros hicieran las paces... "
Como podéis comprobar, no estamos ante una historia como la de un Metal Gear que digamos. Sin embargo... ¿para qué la necesita? Absolutamente para nada. La historia pasa a un plano terciario, a un plano totalmente lejano. Lo que importa en este juego es divertirse, preferiblemente con amistades ya que es un juego muy orientado hacia el multijugador.
El principal objetivo de Hudson Soft ha sido crear un producto con las bases de las anteriores ediciones para no caer en la monotonÃa. Podemos decir que lo han conseguido en cierta medida, pero los que han seguido las evoluciones de la saga desde las entregas de Nintendo 64 quizá no encuentran cambios realmente apabullantes. La principal baza en la que se han apoyado al desarrollar el videojuego es una nueva herramienta jugable que comentaremos en profundidad más adelante: el micrófono. Con él podremos jugar a varios minijuegos empleando la tecnologÃa de reconocimiento de voz, que en este juego funciona de maravilla.
Ahora vamos a desmigar el juego apartado por apartado.
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