El multijugador anunciado
poco tiempo antes de salir el juego, posee tan solo dos modos de juego,
y en ninguno de los dos se contempla a los infectados, como posible
objetivo a abatir, parece que busca la audiencia de la saga Uncharted
para esa cuota de publico que espera TLOU en la misma lÃnea. Pero
igualmente se llevarán un chasco, al comprobar que el estilo de juego es
heredado del modo campaña. Sigilo, vigila tus pasos, poca munición,
fabrica tus propias armas, ataca con calma, explora con cautela (los
mapas no son muy grandes). Solo podemos elegir 2 bandos en los que
luchar, de hecho el multijugador, se titula asÃ: Bandos (Factions). Los
modos son Supervivencia y Robo de suministros. La particularidad viene
dada, porque aquà sà tendremos chaleco antibalas y la posibilidad de
salvar la vida de nuestros compañeros, que se dividen en cuatro clases:
sigilo, apoyo, francotirador y asalto. Este es el otro dato, en ambos
modos, siempre seremos un total de 8 personas online.
¿Cumple las expectativas generadas?. Sobradamente.
Pocas veces podemos decir que un juego se parezca en algo al tráiler
que se mostro por primera vez del mismo. Aunque sin cumplir ciertos
detalles de los avances, detalles que hubieran hecho más difÃcil cumplir
la propuesta de juego, con todo lo experimentado en esta aventura,
estamos ante una obra majestuosa, de final de generación en PS3. Donde
otros tÃtulos ya les gustarÃa cumplir con la mitad de propuestas que
vemos en TLOU, con ese nivel detalles expuestos tanto en exteriores como
interiores. Personajes principales que sobreviven juntos como pueden,
apoyados en secundarios carismáticos. Diversidad de situaciones, y un
comienzo impactante que pocos esperan al igual que el desenlace final.
Una duración media de 15 horas recorriendo muchas zonas devastadas de
los EE.UU. memorias de lo que una vez fue una gran nación, acompañadas
de unos efectos de sonidos que nos pondrás la piel de gallina en muchos
momentos, y en otros la calma reinará gracias una banda sonora, que no
sobresale pero sà acompaña, ensalzando las emociones sin grandes
pretensiones, no roba protagonismo al juego.