| Ideas interesantes pero mal aplicadas
 Una vez tomamos el 
control del personaje en tierra, nos damos cuenta de que el juego hasta 
ahora viene influenciado por algunos otros títulos importantes y de 
renombre de los últimos años. Por ejemplo, nada más tomar el control del
 personaje, nos damos cuenta de que se basa en la misma jugabilidad del 
cualquier shooter en tercera persona, pero mal ejecutado, pareciendo un 
TPS más del montón, en el que ni siquiera tendremos la posibilidad de 
realizar ninguna cobertura. Esto recae en una jugabilidad ridícula, como
 si de un Mercenarios de la anterior generación se tratara, cubriéndonos
 detrás de objetos de forma manual o huyendo de la zona para que no nos 
maten, pues no hay manera de esquivar los disparos más que hacer una 
voltereta totalmente inútil.
 En cuanto al mapeado que tenemos a 
nuestra disposición, recoge muchos elementos de la saga Borderlands, con
 un mundo completamente abierto en el que podremos movernos libremente y
 con diferentes puntos de interacción, que nos ofrecerán misiones de la 
historia principal o secundarias.  Incluso a la hora de desplazarnos por
 el contaremos con un vehículo propio, ya sea un Quad motorizado 
especial o coches que compremos, estos algo más caros. 
Desafortunadamente, la jugabildad del coche a la hora de desplazarnos 
por el mundo es bastante “ortopédica”, con muchos puntos inaccesibles y 
con muchas posibilidades de quedarnos atascados mientras nos movemos por
 la ciudad. 
 Poderes y Armas
 
 Otros elementos de los que 
hace uso Defiance y que siguen recordándonos a Borderlands son, por 
ejemplo, el uso de las habilidades y el tipo de armas de los que 
dispondremos. Por ejemplo, tendremos a nuestra disposición a los pocos 
minutos de tomar el control del personaje elegir la habilidad (Ego)  en 
la que será especialista, estando esta dividida en cuatro grandes ramas 
que constan de mayor potencia de ataque, crear ilusiones, ser invisibles
 o aumentar la velocidad. Buenas ideas desaprovechadas por una 
jugabilidad que recae siempre en lo mismo: atacar y acabar con los 
enemigos de la misma forma. Incluso aunque estas ramas tendrán 
diferentes sub-ramas, que añadirán otros beneficios, hacen más un uso 
testimonial que lo que aportan al título.
 
 En cuanto a las armas,
 las conexiones con Borderlands siguen más presentes que nunca, pues 
hasta las habilidades de las mismas son muy parecidas. Por ejemplo, 
algunas de nuestras armas serán de diferentes elementos, como el fuego, 
ácido o electricidad, incluso las granadas parecen sacadas de la saga ya
 tan mencionada durante el análisis. El principal problema del juego, y 
que ya hemos mencionado, es su jugabilidad tan justo y repetitiva, dando
 igual prácticamente el arma que tengamos a nuestra disposición. Los 
enemigos son “tontos” por naturaleza, pero su vida y potencia nos harán 
la vida imposible, a no ser que algún jugador esté cercano a nosotros y 
nos confiera alguna ayuda.
 Un MMO con grandes peros
 Y aquí
 reside el elemento más importante de Defiance, su capacidad 
multijugador como si se tratara de un MMO, que lo es. Se supone que esta
 debería ser su principal característica, su gran virtud, y acaba siendo
 un gran defecto que arruina la experiencia de juego. Y es que la 
mayoría de jugadores (escasos, hay que añadir) están realizando sus 
misiones tranquilamente, por lo que si nosotros necesitamos ayuda a la 
hora de realizar una misión, deberemos tener mucha suerte de que otro 
jugador pase por la zona o realice la misma misión, algo que no suele 
pasar o, porque algunos van muy avanzados o porque, al contrario, van 
muy atrasados y no comprenden la mecánica de juego.
 
 
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