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"El mercado de los videojuegos en Japón está atascado. Esa es la sentencia que otorgan gravemente analistas de todo el mundo debido a su reducción, mientras que el mercado norteamericano sigue en expansión.
Pero no es sólo cuestión de números, los mismos desarrolladores nipones son los primeros en admitir que el abuso de las fórmulas ya probadas y la falta de innovación son parte culpables de este atascamiento.
No es extraño entonces que series violentamente abusadas como Resident Evil se estén reinventando (¿Para cuándo Street Fighter?) y es un gran paso adelante la noticia de que Final Fantasy, quizás la serie más estancada de todos los tiempos, también se renovará.
Los cambios son sorpresivos, incluso con Yasumi Matsuno (Vagrant Story) a la cabeza e involucran a toda la mecánica del juego. Cuando Square-Enix comenzó a desviarse del camino clásico de Final Fantasy con FFX-2 y Final Fantasy: Crystal Chronicles, nadie imaginó que el desvío sería permanente.
El primer cambio, será la desaparición de los encuentros aleatorios. Esta vez los enemigos se verán en todo momento, dejando al jugador decidir si quiere atacarlos o no como se debe. Ya no será necesario tardar dos horas y media yendo del punto A al punto B (a veces a solo media pantalla de distancia) debido a injustos e ineludibles ataques de monstruos invisibles en el mapa que nos transportan a la pantalla de pelea. Sin ir más lejos, nada nos transportará ahora a la pantalla de pelea, porque ya no existirá como tal.
Ese es el segundo gran cambio, el juego no estará dividido en una mapa del mundo por el cual
transitar y una claustrofóbica pantalla de pelea con fondos genéricos para cada encuentro con un enemigo. Por fin Final Fantasy estará unido por un mundo coherentemente homogéneo en donde bastará acercarse a un enemigo para atacarlo, en lugar de ser “teletransportadoâ€