por inex » 24-12-2007 01:36
[color=indigo]Sigo en este post, no me deja añadir al anterior xD[/color]
[spoil]Cuento 8
[color=indigo]Y ahí estaba yo, frente a la chimenea, en un dia como cualquier otro, al menos para mi; por entre la chimenea alcanzaba a entrar un aire jovial y festivo que no lograba comprender, me preguntaba que podria tener de especial una fecha más en el calendario, una fiesta inspirada en comprar cosas que no se necesitan, en desperdiciar electricidad, y en un tipo que probablemente nunca habia existido. Era extraño saber que afuera todos tenian un motivo para celebrar, que estaban en compañía de familia, y amigos mientras yo me encontraba solo, sin un motivo para celebrar y desconcertado por no entender aquel extraño fenómeno que estaba ocurriendo a tan solo pocos metros de mi, y que aun asi no lograba comprender.
Entonces, miré a mi alrededor y cai en cuenta de algo muy importante; había algo que me diferenciaba del resto de las personas que se encontraban afuera. Me encontraba solo, ¿era acaso esta la razon por la cual no podia entender esta celebracion que a simple vista parecia estupida y sin sentido? Me acerqué a la ventana para observar detenidamente cómo las personas de afuera se veian felices, llevaban una sonrisa en sus labios y una cancion en su corazon, envidiaba el no poder compartir ese sentimiento, me desesperaba el saber que jamas podria ser parte de esa celebracion, me agobiaba el sentirme diferente y excluido ... repentinamente, senti como la vida se me iba de las manos, podia sentir que mi tiempo en este mundo habia terminado. Sabia que ese dia llegaria pronto puesto que ya estaba muy viejo y cansado, y estaba solo. ¿Oh soledad asesina silente, porque querias llevarme hoy? Lentamente la vida era arrancada de mi cuerpo, sentia como los ultimos granos de arena del reloj caian, el tiempo empezo a hacerse mas lento, y solo mori, pero mi alma no estaria tranquila nunca sabiendo que no habia logrado comprender el el motivo de tanta alegria y que aquella alegria nunca habia podido ser parte de mi .
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[spoil]Cuento 9
[color=indigo][align=center]El Misterio de las galletas de Navidad quemadas[/align]
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Entrevista a la señora Rodríguez
¡Yo juro que jamás dejaría que se quemaran las galletas de Navidad! ¿Por qué las hornearía yo misma sino? ¡Es un ultraje que sospechen de mí! Es imposible que yo lo haya hecho (se levanta furiosa y golpea la mesa con los puños).
Mi hermana Claudia… ella… ella seguro lo hizo. Siempre intenta llevarse todos mis méritos. ¡A ella deberían interrogarla!
¿Que dónde estaba ella? No… no lo sé. Es que yo estaba en la cocina horneando y tuve que ir al baño, sin embargo faltaban aún 20 minutos por lo menos para que terminara de cocerse la masa. Cuando regresé… (rompe a llorar) las galletas estaban quemadas y… el fuego del horno al máximo (no puede continuar hablando, se sorbe los mocos)
Entrevista a un duende que por casualidad estaba allí
Antes de comenzar con el interrogatorio, he de aclarar que, si hay algo que puedo jurar, es que yo jamás haría una barbaridad de ese calibre.
Soy un hombre pequeño, pero honrado. Pueden preguntarle a Sant… ¿Que qué hacía yo ahí si aún no era Navidad? (Mira a otra parte y frota las palmas de sus manos) Pues… es que… verá… gentil hombre, es bastante fácil de explicar… yo estaba… trabajando muy duro en el taller (cambia su expresión al mencionar esto) y se me terminaron los botones para hacer los trajes de las muñecas y vine aquí y… bueno, el olor a las galletitas me llegó por.. ¡Que no! ¡No fui yo!
¿Esto? bah… una leve hinchazón, pero nada serio, gracias por preguntar (ríe nerviosamente).
Entrevista a Santa
¡Jojo! Mis duendes nunca harían eso. No pueden porque se hinchan.
Todo empezó cuando un rebeldillo quiso quemar mi taller, desde entonces sus trajes tienen polvos mágicos que al estar en contacto con el fuego, les da alergia en la piel y se hinchan. Es por eso que mi duendecillo no pudo haber sido, ¡Jojo! ¡Se hubiera hinchado como un globo! (ríe con arrogancia)
Entrevista a la hermana menor de la señora Rodríguez
Mi hermana Claudia siempre ha estado celosa de Virginia (habla con voz pedante), como si no soportara que ella sí sabe cocinar, ¿me entiendes? (sonríe estúpidamente).
Siempre me ha gustado verlas pelear, son como el perro y el gato…
Aunque sí he de admitir que Virginia exagera mucho porque Claudia jamás le ha hecho nada tan serio, mucho menos quemarle las galletas ¡Eso es una barbaridad!
Y aquí entre nos, Virginia siempre, haga lo que haga, intenta que Claudia salga perjudicada.
¿Que dónde estaba yo? (ríe nerviosamente) pues jugando con mis sobrinitos, de repente me di cuenta que Soila no estaba con nosotros, así que comenzamos a buscarla. Justo cuando la encontramos, estaba llorando junto a una maceta, de pronto (hace una pausa) escuchamos los gritos de Virginia venir desde la cocina, entonces fuimos a ver en seguida lo que sucedía. (suspira) Pobre Virginia…
Entrevista a la hermana mayor de la señora Rodríguez
¿Qué dónde estaba cuando sucedió el incidente? ¡Pues en mi cuarto! Buscando un botón (voz indignada).
Lo que sucede es que… unos quince minutos antes de que mi hermana se volviera loca, vi a un duende entrar sigilosamente de la chimenea, me dijo algo así como “necesito un botónâ€
Última edición por
inex el 26-12-2007 02:50, editado 1 vez en total
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