Chica cañón y miles de enemigos
La PS3 está a punto de cumplir un año (en Europa menos, ya sabéis…) y se supone que tienen que empezar a salir los juegos que de verdad nos enseñen el por qué del empeño de Sony en afirmar que están a años luz del resto. Hemos visto juegos realmente interesantes como Resistance o Motorstorm, juegos que de lanzamiento eran muy buenos pero de los que la PS3 ya no puede seguir viviendo porque se quedan cortos. Hasta el verano empezaba a ser preocupante que el mejor juego de la consola fuera Ninja Gaiden, un remake de la anterior generación u Oblivion, un por que llegó meses después de las versiones de Xbox 360 y PC. Si seguimos así después de navidades ya será alarmante.
Esta introducción viene a colación de las promesas hechas por Sony para la segunda generación de juegos de sus filiales. Estas navidades su catálogo estará sostenido por Lair, Warhawk y este Heavenly Sword, juegos que esperábamos de 9 para arriba y con unos gráficos nunca vistos, expectativas que, al menos con Heavenly Sword, el primero que probamos, no cumple al 100%: Ya va siendo hora de que la PS3 tenga un Gears of War, un Bioshock o un Forza 2… y no termina de llegar.

Entrando en materia. ¿Es Heavenly Sword un mal juego? No, ni mucho menos. Es entretenido, con buenos gráficos y una historia y puesta en escena exquisitas, pero no deja de ser un buen juego más, sin nada que destaque desde el punto de vista jugable y sí con algunos fallos subsanables con un poco más de ambición o tiempo de desarrollo.
En el juego seremos Nariko, una explosiva pelirroja corta de ropa y sobrada de mala leche y, en determinados momentos, controlaremos a su hermana Kai, un personaje que no deja indiferente a nadie (no vamos a dar Spoilers). La presentación, narración y desarrollo de la historia son sobresalientes. No sólo desde el punto de vista gráfico (podrían dar lecciones de “Cut Scenes” incluso a Square-Enix), también desde el punto de vista dramático y de evolución de la historia que nos están contando. Vamos, que es el primer juego en bastante tiempo en el que ver todas las escenas pre-renderizadas no supone un dolor de muelas, de hecho son un acicate (lo que debería ser siempre). La historia se va desarrollando a través de seis episodios en los que vamos conociendo al malo de turno y todos sus secuaces (personajes verdaderamente carismáticos hasta que nos enfrentamos a ellos), la persecución de la espada celestial, el desarrollo de sus poderes y cómo afecta a Nariko, traiciones, giros argumentales… toda una aventura épica excepcionalmente narrada.
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