La saga de Ninjas Tenchu es una de las de más solera entre los aficionados al género. Con mucho más sigilo que violencia llega a la nueva generación.
Microsoft España nos ha facilitado una versión pre-final de Tenchu Z, la
llegada de la saga a la Xbox 360 tras un discreto paso por su hermana menor, la
Xbox, en un Tenchu: Return from Darkness más que olvidable. Los anteriores
títulos centraron la jugabilidad de la saga en el sigilo, huyendo de la acción
frenética de juegos como el fantástico Ninja Gaiden y acercándose más a
propuestas del estilo Metal Gear o Splinter Cell. Tenchu Z sigue fiel a sus
raíces.
Lo primero que salta a la vista (es lo que tiene estar mal acostumbrados por
Gears of War, Crackdown o Oblivion) es que los gráficos no son todo lo “next
generation” que cabría esperar. O mejora mucho de aquí a cuando salga a la venta
(en un mes) o se trata de unos gráficos similares a los de la Xbox original, en
720p, con efectos bump mapping y con una distancia de dibujado mucho mayor (la
“niebla” típica por fin desaparece). Para la mayoría esto no será un problema,
pero quienes sólo se compren juegos que les dejen con la boca abierta,
gráficamente hablando, ya pueden ir mirando a otro lado. Los escenarios son
los típicos palacios japoneses, decorados con gusto y con algunos detalles
interesantes, pero que dan un poco sensación de “vacío”. Otros efectos como el
agua o la hierba, así como el diseño de los enemigos, están mejor cuidados y
contribuyen a que la ambientación esté bastante lograda.

Jugando En este título nuestro amigo Rikimaru, compañero
de batallas durante todos estos años, deje de ser el protagonista principal,
pasando a ser una especie de maestro que nos asigna misiones y nos recompensa
cuando las cumplamos. Ahora controlaremos un avatar creado por nosotros mismos
con un “creador” de Ninjas sencillo (no es el creador de personajes de Oblivion)
pero muy vistoso. Durante nuestro desempeño en las misiones iremos
consiguiendo dinero que podremos utilizar para comprar nuevos objetos,
habilidades, vestimentas, etc. La cantidad de “ítems” es bastante elevada y nos
permite “tunear” a nuestro Ninja a gusto del consumidor, así como obtener nuevos
objetos que permitirán enmascarar nuestro “olor” y pasar más desapercibidos.
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