Las misiones que se nos asignarán son de lo más variadas, aunque el
desarrollo es relativamente simple: Vete al punto X, asesina a tal enemigo, roba
este objeto sagrado… A pesar de esta simpleza de planteamiento las acciones a
realizar en el transcurso de la misión son muchas, con combinaciones y
aproximaciones diferentes (descolgarnos por paredes, hacer equilibrios en
cornisas, aproximarnos a enemigos agachados y en silencio, etc. Cada situación
es distinta y requiere que pensemos la mejor forma de afrontarla, siendo la
aproximación “a lo burro” la menos adecuada siempre.
Tal vez lo que menos nos ha gustado del ajustado sistema jugable es la
inteligencia de nuestros enemigos… No es que sea mala del todo, es que sigue el
esquema Metal Gear de “estoy en alerta porque he oído un ruido/visto una
sombra/encontrado un cadáver pero al rato se me olvida como si no pasara nada”.
En su día en el Metal Gear de PSOne era aceptable, a día de hoy queda bastante
raro.

Multijugador No hemos podido probarlo, pero la versión
final promete cooperativo de cuatro jugadores (no sabemos si en cuatro consolas
distintas a través de Live, dos y dos, cuatro a pantalla partida…), lo que, con
un diseño de niveles adecuado, puede hacer que determinadas misiones sean una
gozada de jugar, o que acaben con nuestras amistades a la enésima vez que el
mismo de nuestros amigos sea avistado por un enemigo y se aborte la misión.
En resumen. Un juego más que interesante, que promete
horas de diversión a los amantes de los juegos de acción, pero que no va a
revolucionar el género o ser candidato a juego del año. Si el multijugador está
bien implementado no dudaremos en recomendar el juego sin reservas a los fans de
los juegos de sigilo.
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