Dos años han pasado desde que nos pusimos a los pies de los fogones para salvar el mundo. Semejante excusa vuelve a la lista de ingredientes para ponernos en bandeja un plato mucho más refinado, sabroso, sin renunciar a la elaboración más tradicional.
Entrante
Como buen cebollo, el Rey no podía estarse quieto sin más. Así que, obviando todas las advertencias, ha despertado el Pan Demonium, una horda de panes vivientes que asolan sus dominios. Nos toca a nosotros pagar el pato para devolverlos a las tumbas de las que nunca debieron salir. Para ello volveremos a subirnos a la Fogoneta y recorrer el mundo en busca de la perfección culinaria que nos permita erradicar el mal.
En esencia todo sigue igual. Ghost Town, en colaboración con Team17, se ha mantenido fiel a los orígenes de la saga, pero recogiendo todas aquellas sugerencias y mejoras, a la vez que nuevas ideas y situaciones. Entre esas mejoras se encuentran dos que mejoran la calidad del juego: poder lanzar comida y el resalte sobre la zona de cocina con la que vamos a interactuar. Con cocinas tan grandes y alocadas se echaba en falta alguna libertad. Aunque podemos pegar pequeños acelerones, recorrer grandes distancias o esquivar cocinas era algo que podía ralentizarnos. Con la posibilidad de lanzar ingredientes por los aires todo se agiliza. Cabe destacar, por encima de todo, que no sólo lanzaremos ingredientes al suelo, sino que podremos ponerlos directamente, con mucha puntería, sobre las manos de nuestro compañero o sobre los artilugios de cocina. Vete ensayando esos triples.
La segunda mejora era una de las más demandadas. El control de Overcooked 2 se mantiene fiel al original, es decir, muy sensible. Esto significa que muchas veces, en pleno caos, es muy difícil saber qué estás cogiendo entre la maraña de cosas que hay por todas partes. Ahora eso se reduce bastante gracias a que se iluminará el recuadro al que estamos apuntando. Por lo ligero de los movimientos, seguiremos teniendo algún que otro problema, pero al menos ya no vamos a ciegas.
Ahora también se permiten hasta tres slots de guardado por cada campaña, por lo que podremos guardar, si así lo queremos, diferentes partidas para cada grupo que tengamos o, como es mi caso, una para el infierno a un jugador y otra en el cooperativo. Las campañas adicionales tendrán sus propios slots.
Cocina para cuatro
Overcooked nació como juego multijugador. Sin excepciones. Aunque desde su primera entrega se ofreció la posibilidad de jugarlo en solitario controlando a dos cocineros a la vez, la tarea es titánica. Esta nueva entrega sigue la misma estela, permitiendo partidas en solitario, aunque no sea su punto fuerte. Las nuevas mejoras en los controles ayudan, eso está claro. Además la puntuación requerida varía en función del número de jugadores, por lo que hay cierto equilibrio.
