Dead Cells

PC, PlayStation 4, Xbox One, Switch
9.0
Dead Cells 10 TodoJuegos
Publicado el 06-11-2018 a las 23:56 Página 1 de 2   >>   
Autor: José Ángel "ASTURmatr" Álvarez

Lo que está muerto no puede morir.

Hay dos cosas que se han puesto de moda y que no parece que vayan a dejar de estarlo en un futuro próximo. La primera es el pixel art en los videojuegos, algo que empezó siendo una novedad (recuerdo la algarabía que se montó en su día con Mega Man 9) y que se ha convertido en norma. La otra es el género de los roguelikes; juegos cuyos mapas son generados proceduralmente y que cambian con cada partida, teniendo que empezarlos de nuevo una vez muertos. Dead Cells combina ambos elementos y logra, sin lugar a dudas, destacar entre todos los demás.


¿Quién soy?

No tenemos mucha información sobre nuestro origen, ni tampoco nuestro paradero. Ni siquiera podemos hablar puesto que… no tenemos lengua. De hecho parece que quienes nos encontramos en nuestro camino tienen alguna idea más que nosotros de dónde procedemos y qué somos. Pero poco importa, no hay tiempo para presentaciones, no hay tiempo para preguntas (si pudiéramos hacerlas). Nos metemos de lleno en la acción y luchamos contra seres que intentan devolvernos al sitio de dónde venimos. Sea cual sea. Hasta que muramos. Otra vez. Y volvamos a empezar.

¿A dónde voy?

Bueno. Estás en una prisión junto a un tocón con un hacha ensangrentada, así que lo mejor será que intentes escapar. Aunque parece ser que hay alguien de tu lado, puesto que empezarás tu aventura con una espada oxidada y un accesorio de tu elección que están convenientemente esperando a la puerta de tu celda. Puedes elegir entre un arco y un escudo, lo que mejor se adapte a tu estilo de combate. A partir de aquí te las verás solo contra un sinfín de enemigos que irán ganando en fuerza y ferocidad, intentando frenar tu alcance. Y lo conseguirán.

A pesar de todo, la muerte en Dead Cells no es permanente, al menos no del todo. Lo perderás prácticamente todo, pero las cosas que mantengas entre partidas irán mejorando a medida que avances en tu intento de fuga por esta caótica y laberíntica prisión. Al derrotar monstruos conseguirás células, que en las tiendas del juego podrás canjear para desbloquear mejoras que, en mayor o menor medida, te permitirán recuperar aquello que hayas perdido al morir.  Las armas y accesorios nuevos, por otra parte, se consiguen a través de planos que habrá que desbloquear explorando el escenario. Habrá muchos caminos, pero sólo uno lleva a la salida. Otros serán puntos muertos o conducirán a premios como los ya mencionados. En otros nos encontraremos a extraños personajes que nos pedirán ayuda o incluso quizás nos encontremos con algún que otro reto. A lo mejor sólo a otro prisionero o restos de una antigua celda que nos contarás alguna (generalmente triste) historia.


Todo esto está muy bien planteado, con un montón de teletransportes que nos ayudarán en nuestra aventura, sobretodo si queremos tener en cuenta el tiempo. No habrá límite y podremos movernos a nuestro ritmo, pero habrá premio para los más rápidos. Algunas puertas sólo podremos abrirlas si hemos llegado a ellas antes de que se cierren para siempre y para ello tendremos que ser muy rápidos y tener un poco de suerte. Compensa, porque tras ellas hay tesoros importantes y muchas células, pero se puede pasar sin ello.


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