La épica saga de Sega y el Viejo Mundo, cada vez, más unidos.
Un año medio después del lanzamiento de su primera parte, nos llega el nuevo tÃtulo de la franquicia Total War, Warhammer 2, desarrollado por Creative Assembly. Nuevas razas, una nueva campaña, conexión con la primera parte, y un futuro que sólo en Sega conocen. Generales de sillón, aficionados a la estrategia más clásica y de alto nivel, bienvenidos de nuevo a la más perfecta unión entre guerra y fantasÃa.
La llegada de un mal augurio
El juego se ambienta en el mundo clásico de Warhammer Fantasy, el Viejo Mundo, antes de los eventos que dan lugar a la polémica Era de Sigmar. Este mundo, creado a capricho por los dioses antiguos, alberga todo tipo de criaturas y civilizaciones, creadas, en principio, para detener el avance del temido Caos... si es que no se han rendido ya ante él. Humanos, altos elfos, hombres lagarto, ratas mutantes, orcos... el trasfondo de Warhammer es, sin duda, extenso y rico, y cada facción persigue sus propios objetivos, los cuales no tienen por qué siempre coincidir con la derrota, o victoria, del Caos.
Una de las razas más queridas del Viejo Mundo son, sin duda, los Altos Elfos. Altos, estilizados, bellos, artÃsticamente capaces y bélicamente implacables, son la fantasÃa perfecta para muchos de los jugadores de Warhammer. Con ellos empieza este nuevo capÃtulo de Total War. Hace muchos años, los Altos Elfos dieron con la manera definitiva de proteger el mundo contra la amenaza del Caos, creando un Gran Vórtice que absorba y filtre las energÃas malignas que corrompen el continente. Sin embargo, Caledor no tuvo todo el éxito que esperaba, fallando a la hora de cerrar la grieta interdimensional que permite a los demonios del Caos llegar a su mundo.
Ahora, los Altos Elfos, actuales defensores del vórtice, comienzan a detectar como su inestabilidad aumenta, y para colmo, ven con temor la llegada de un cometa de dos colas, una mala señal. Temiéndose lo peor, los hijos de Ulthuan se preparan para la batalla, siendo muy conscientes de que, aunque corran el gran peligro de caer derrotados, su inacción les llevará inexorablemente a su extinción... y a la del resto del mundo.

Cuatro ejércitos a la gresca
De la gran variedad de ejércitos de Warhammer Fantasy, Total War: Warhammer 2 se queda con cuatro: los ya mencionados Altos Elfos, sus macabros y corruptos hermanos, los Elfos Oscuros, y dejando de lado a los señores de orejas puntiagudas, compartiremos terrenos con los Hombres Lagarto, una civilización de hombres bestia claramente inspirada en la cultura maya y azteca (y, curiosamente, tras su última renovación de trasfondo, parecen ser criaturas mucho menos del Caos de lo que pudieran parecer en un primer momento), y en último lugar tendremos a los Skaven, ratas mutantes que vivÃan en las cloacas de las principales ciudades del hombre que gracias a la magia, sus desperdicios, y la lejana influencia del Caos, han adquirido concienca propia, y buscan acabar con todo y todos por el bien de la siempre hambrienta Gran Rata Cornuda.
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