Si bien en un primer momento resulta tentador simplificar las
batallas como variaciones de elfos contra bichos, no os llevéis a
equÃvoco. Cada ejercito de Warhammer es radicalmente diferente entre sÃ.
De acuerdo, cada uno tiene sus unidades especializadas, su infanterÃa,
sus artilugios de asedio, sus magos, pero sus ventajas e inconvenientes,
la propia naturaleza de sus ataques y sus efectos... la diferencia
entre cada ejercito va mucho más allá de llamar a unos "Altos" y a otros
"Oscuros".

Una campaña muy heroica
Total War: Warhammer 2
cuenta con dos modos principales de juego: su campaña y las batallas
independientes, pudiendo jugar la primera en solitario y con un amigo
más por internet, y la segunda estas tanto en solitario contra la
máquina como con hasta siete amigos más por internet en equipos de
cuatro. Lo recomendable es empezar por la campaña, ya no solo por
desentrañar el futuro del Viejo Mundo, sino porque nos servirá de gran
ayuda para aprender a manejar a nuestros ejércitos.
Cada facción
cuenta con su propia campaña, si bien varÃan en amplia medida en su
dificultad. Si sois recien llegados a Total War, o a Warhammer en sÃ,
los Altos Elfos, y su estructura más "tÃpica" y tolkiendili os
resultarán mucho más sencillos de comprender que los caóticos y
organizadamente desorganizados Skaven. Una vez elijamos un ejército,
entraremos al mapa del mundo, donde podremos ver nuestros asentamientos
iniciales como si de un tablero se tratase. Toda esta parte del tÃtulo
es tremendamente similar a juegos como Civilization o Heroes of Might
and Magic. Por turnos, tendremos todo el tiempo del mundo para echar un
ojo al mundo que nos rodea (siempre teniendo en cuenta que si no hemos
explorado una zona o no contamos con exploradores o espÃas en ella,
permanecerá oculta para nosotros), para elegir qué construir en nuestros
asentamientos y para mover a nuestros héroes con sus huestes, en misión
de exploración, de batalla o de asedio a un asentamiento enemigo.
Pero
no creáis que el grueso de la campaña será asÃ. Sin duda, el tablero es
tremendamente importante. En éste gestionaremos nuestros ejércitos,
buscaremos nuevos asentamientos enemigos que conquistar y ocupar,
prepararemos los nuestros propios para suministrarnos con nuevas tropas y
realizaremos avances cientÃficos que nos permitan obtener ventajas en
las siguientes batallas. Pero esto, al final, es poco más que un
divertimento una vez comience lo que hace grandes a los Total War: las
batallas.

Siendo el responsable de miles de soldados
Una
vez escogido el campo de batalla y nuestras tropas, será hora de marchar
contra nuestro enemigo. Las peleas en Total War: Warhammer son muy
parecidas al juego de tablero que lo origina. Comenzaremos con la fase
de despliegue, en la que colocaremos a nuestras unidades como queramos
en el campo de batalla, dentro de unos ciertos lÃmites. También
tendremos ocasión de revisar el campo de batalla para ir preparando
nuestra estrategia, si bien no seremos capaces, por lo general, de ver
cómo y dónde despliega el enemigo. Ellos también contarán con este
hándicap, por lo que tendremos ocasiones de sobra para preparar trampas y
tender emboscadas a nuestro enemigo.
|
|
|