Risen 2: Dark Waters

Adéntrate con nosotros una historia llena de piratas, peleas, tesoros y ron.

Los alemanes Piranha bytes, creadores de la afamada saga Gothic, vuelven a escena con otra de sus franquicias, Risen. Y lo hacen con lo que mejor saben hacer, como no podía ser de otra forma, un juego de rol. Risen 2: Dark Waters es continuación directa del juego aparecido en 2010 y nos deja en la situación en la que se quedó la historia de nuestro anónimo héroe un tiempo después. Los mismos problemas en el acechando el mundo “libre” de los humanos. Pero esos problemas pasarán a un segundo plano en cuanto conozcamos a la malvada Mara. Y qué mejor presentadora que una vieja amiga, Patty, hija del pirata más temido de los mares del sur, Barba de acero.

Aquí es donde empezará nuestra aventura que nos llevará a recorrer los mares del sur en busca de los artefactos necesarios para erradicar el mal de Mara de una vez por todas. Aunque no será fácil, puesto que el protagonista es miembro de la Inquisición, organización antagonista de cualquier tipo de piratería. Así que seremos enviados en una misión encubierta por la Inquisición. Nuestro deber será ganarnos la confianza de los piratas, hacernos con los artefactos para derrotar a Mara y entregárselos a la Inquisión... o no.

No todo en la vida pirata es ron.

Nuestro periplo aventurero nos llevará a través de varias islas paradisíacas repletas de todo tipo de peligros, trampas, tesoros que encontrar, gente con la cual interactuar y hasta ruinas de antiguas civilizaciones. Pero antes de ponernos manos a la obra, tendremos que hacer ver a los piratas que somos merecedores de tal apelativo, para poder llegar hasta nuestro primer objetivo, que no es otro que formar parte de la tripulación del barco del capitán barba de acero . Así pues la primera isla hará las veces de tutorial, mostrando desde un principio una de las grandes virtudes del juego: la cantidad y variedad de misiones a realizar. Desde ayudar a un ladrón a salir de la cárcel, hacer de recaderos, ayudar a alguien en apuros o simplemente, buscar un tesoro son unos pocos ejemplos de la gran cantidad de misiones que podremos realizar.

Para conseguir estas misiones o pistas sobre cómo llevarlas a buen puerto es imprescindible entablar conversación con los habitantes de los lugares que visitemos. Mediante el sistema de interacción podemos elegir qué decir en cada momento, siendo las respuestas y las reacciones dependiendo de cual sea nuestra elección. Dentro de la exploración y de las numerosas islas que visitamos, el juego te deja un sabor agridulce, al estar demasiado guiados los caminos de los parajes en los que transcurrirá la acción.

Con unas cuantas horas de juego y debido a ciertos acontecimientos venideros, tendremos nuestra que hacernos con un barco. En varias islas que visitemos, si cumplimos ciertas misiones conseguiremos añadir nueva tripulación al barco y elegir quién queremos que nos acompañe en la exploración de un nuevo paraje. Aunque lo de conseguir un barco pueda parecer muy atractivo, enseguida nos vendremos abajo al ver que no podremos navegar libremente, si no que entre isla e isla, nos separa una mera animación y un tiempo de carga.