Tras el autentico bombazo en ventas que ha supuesto para las arcas de la Square-Enix el esperadísimo lanzamiento de Final Fantasy XIII, surge de la nada y casi sin hacer ruido un producto también de esta genial compañía llamado NIER, una historia diferente y entretenida dotada de lo que posiblemente se eche más en falta en este último “Final”, la exploración. Repleto de enormes escenarios cargados de enemigos y secretos, hace su aparición este juego, dando la nota de color sentando las bases de lo que quizás sea un género paralelo y más divertido si cabe aun RPG que se nos está quedando obsoleto.
UN JUEGO DIFERENTE PERO ATRACTIVO
Pocos o ninguno nos esperábamos que tras el lanzamiento de su baluarte, Square-enix nos obsequiara con otro título en tan poco tiempo, y menos aun un juego tan diferente como el que en las siguientes líneas pasaremos a describir. Particularmente para mi gusto un juego RPG de toda la vida tiene que tener tres características esenciales, una buena historia que enganche absolutamente manteniéndonos pegados al sofá horas y horas pendientes de visionar que sucederá en la siguiente cinemática, un amplio mundo repleto de secretos y parajes inhóspitos que descubrir y por supuesto unos personajes con gancho a los que a base de batallas aumentar en experiencia, dotándolos de armas increíbles y poderes alucinantes. Si un juego cumple con estos tres requisitos seguramente (eso sí, a mi modo de ver) será un autentico bombazo.
Final fantasy cumple con creces el primer apartado y el tercero, flojeando visiblemente en el segundo punto, este Nier al que nos enfrentaremos a continuación, se pudiera decir que cumple con los tres requisitos, lo malo es que estando a la sombra de su hermano mayor, no ha tenido la dedicación necesaria para convertirse en un juego de solera. Fallos tan clamorosos como el aspecto visual así como el inconveniente de estar enteramente, tanto voces como diálogos, en ingles hace que en su cómputo global pierda muchos enteros.
Aunque si obviamos los dos puntos “malos” anteriormente mencionados nos encontraremos con un juego, dinámico, fluido y con una historia cargada de giros argumentales y personajes extravagantes. Como si de todo un “Zelda” se tratase, nos enfrentaremos además de a los infinitos enemigos que por su mundo andan sueltos, a algún que otro puzle enrevesado y secreto oculto. Podremos dedicar parte de nuestros quehaceres a pescar o a cultivar nuestra humilde huerta, estos detalles y otros más que iremos descubriendo a lo largo del juego hacen del mismo una extraña rareza de lo más entretenida y adictiva.
NUESTROS INICIOS EN EL JUEGO
Iniciaremos nuestras andanzas en todo un año 2049, es pleno verano y el planeta tierra se encuentra sumido en la desolación envuelto en un fino manto de nieve y decadencia, ciudades enteramente destruidas y pocos seres vivos sobre la tierra. Comenzaremos esa especie de mini tutorial manipulando a Nier el padre de la pequeña Yonah, la cual aquejada de una extraña enfermedad apenas puede si quiera ni moverse, y junto a ambos personajes dos misteriosos libros.
