El otro de los modos multijugador es realmente donde cada uno sacará lo peor que lleva dentro. Se trata del modo donde ganará aquel jugador que consiga recoger más monedas en una determinada fase. Para ello existen 5 niveles creados exclusivamente para este modo muy bien diseñados –se echan en falta algunos más- o también se puede jugar en los niveles ya superados del modo historia. Los niveles cuentan con un sinfín de monedas que capturar y los personajes deberán de avanzar en la fase a la vez que cooperan y pelean para sumar el mayor número posible de monedas en su botín. Es digno de mención el hecho de que se combinan la amistad y las puñaladas traperas con el fin de ser el vencedor ya que para poder ganar necesitaremos ayudar y que nos ayuden. Uno de los rasgos distintivos del modo multijugador es que, cada vez que un compañero pierde una vida, aparecerá de nuevo encerrado en una burbuja de la que no podrá escapar hasta que lo excarcelemos. Podríamos arriesgarnos a no liberar a un buen contrincante, pero si todo el mundo está dentro de una burbuja se termina la partida, siendo ese suceso contrario a nuestros intereses.
Estamos por tanto ante un modo de juego terriblemente divertido. El mayor problema es esa incomprensible ausencia de modo de juego online. Si bien es cierto que cuando más se disfruta es compartiendo la experiencia con compañeros en una misma habitación, no es una buena decisión privar a aquella gente que, por el motivo que sea, no puede disfrutar de esta experiencia a base de centralizar el multijugador en modo local. Tampoco se incluyen bots que puedan simular la existencia de personajes humanos por lo que quien no pueda ser partícipe de esta faceta del juego verá mermadas las posibilidades que el mismo le ofrece.
Los 8 mundos del Reino Champiñón
Como suele suceder en juegos de este tipo, especialmente los de Mario, la duración del título es muy variable. Si vamos buscando el camino más corto hasta el final posiblemente el juego nos dure unas pocas horas, pero ni de lejos se acerca al tiempo necesario para disfrutar y explotar el juego como debería. Entorno a 80 niveles –no todos obligatorios- y más de 200 monedas estrella componen esta nueva aventura plataformera del fontanero de Nintendo.
Si bien en los dos primeros mundos las monedas son altamente visibles y no suponen apenas un reto, la dificultad de la búsqueda va en aumento a medida que avanzamos, obligándonos a perder muchas de esas vidas que abundan para encontrar cualquier rincón oculto que se nos haya pasado por alto. Si bien este periplo para conseguir las 3 monedas estrella de cada nivel es algo opcional, el premio que obtenemos es bastante más suculento que los fondos de pantalla que desbloqueábamos en la primera entrega de esta serie. En Super Mario BROS. Wii podemos intercambiar las monedas estrella por una serie de vídeos de lo que se hacen llamar Jugadas Maestras.
En estos vídeos de partidas perfectas podremos ver partidas de los desarrolladores en determinados niveles donde consiguen hacer cosas realmente asombrosas. Junto con las Jugadas Maestras también podremos comprar vídeos de pistas que nos permitan hallar una zona secreta o sobre cómo alcanzar algún ítem que se nos resista.
