Otro de los alicientes que se han incorporado para aumentar la duración del juego es el rescate de los Toads. En ocasiones, y de forma aleatoria, se nos sugerirá que rescatemos a un súbdito que ha sido secuestrado en alguna de las fases. Ello nos invitará a recorrer fases previamente superadas con el aliciente de llevar a cuestas a uno de los champiñones, lo que nos obligará a replantearnos la forma en que pasamos inicialmente el nivel. No hay ningún tipo de bonificación extra (más allá de reactivar uno de los minijuegos de las casetas champiñón para conseguir objetos), pero no será tan fácil como superar el nivel en solitario.

A todo ello debemos sumar una serie de salidas alternativas ocultas en los diferentes niveles que nos permitan acceder a áreas secretas de los mapas. Sin duda no son tan numerosas como en otros juegos clásicos del fontanero, pero aumentarán la duración del título para aquellos jugadores que quieran conseguir las 5 estrellas de oro en su partida. Sin olvidarnos, por supuesto, de ese fantástico modo para hasta 4 jugadores que maravillará a cualquiera que lo pruebe en compañía.

La nostalgia huele a… ¡champiñones!

Aunque el aspecto del juego recuerda mucho al estilo de la entrega de la serie para DS, la esencia del mismo es completamente diferente y recoge grandes cualidades de las mejores entregas de la historia del fontanero. Con la añadidura del modo multijugador, no estamos ante el mejor Mario de la historia, pero sí que logra hacerse un hueco en las zonas más altas de la tabla.

Lo mejor:

 - El modo multijugador.
 - La recuperación de elementos clásicos.
 - El diseño de los niveles.
 - Nuevos elementos “plataformeros” bien integrados.

Lo peor:

- El estilo visual muy parecido (aunque mejorado) al de DS.
- La banda sonora demasiado simple.
- La imperdonable falta de juego online.
- El traje pingüino abarca demasiados poderes. Eran preferibles más trajes.

Puntuaciones

Gráficos: 7.9

Sonido: 8.0

Jugabilidad: 10.0

Duración: 9.5

Multijugador: 9.9

Historia: 5.5

TOTAL: 9.4