El toque roguelike viene de la propia dificultad del juego, ya que en realidad, si no nos matan, podremos completarlo en unas 2 o 3 horas. Lo que ocurre, es que una vez mueran todos los personajes en un mismo escenario, vuelta a empezar, pero manteniendo el dinero que tengamos para hacer el nuevo intento mejor equipados y con mas experiencia de juego, claro. Son cuatro zonas en el mapa principal donde dentro de cada una, debemos ganar hasta 3 pantallas para que aparezca una máquina de guerra como jefe final de la zona. El momento evocador, lo tendremos aquà como seña de identidad de las luchas contra los jefes en los juegos de la saga. Máquinas mecánicas gigantescas con patrones diferentes a lo visto que tendremos que derrotar a base de dispararle y movernos con velocidad de vértigo esquivando sus ataques.
No obstante, hay un sistema de logros y de desbloqueo de personajes conforme vamos repitiendo el juego, y ese es su mayor peligro, la repetitividad latente como principal elemento de juego. Para desbloquear todo, tendremos que ir dándole varias vueltas a las 4 zonas de juego. Cada personaje luego tiene unos elementos de historia que se desbloquean donde podremos ver fragmentos de conversaciones con los que introducirse un poco más en el lore del juego. De todos modos, la jugabilidad es lo suficientemente amplia como para que no nos resulte pesado, y si divertido dar al menos un par de vueltas al juego.
¿El elemento diferenciador? Pixel Art
Sobre todo, y a parte del diseño adoptado respetando todos los elementos comunes de la saga y animaciones tÃpicas que llevamos años y años viendo en los antiguos Metal Slug (pues no podÃa ser de otra manera) el juego está construido en un estilo pixel art como es usual en estos últimos tiempos gracias al ataque de amor retro que están sufriendo los videojuegos, para gozo de los más veteranos del lugar. Metal Slug Tactics es muy bueno en esto.
La animación es tan preciosa y divertida como siempre, con las poses caracterÃsticas de los personajes cuando saldamos victoriosos un escenario, nos convertimos en momia o la posición de disparo. Todo lo vamos a reconocer, hasta el retroceso del cañón del SV-001 al disparar. Luego también, por supuesto los grandes bosses de cada fase, gigantes y con sus dinámicas especiales. Muy suave el movimiento y como siempre, su humor representativo tanto a lo que escenarios y moobs refiere.
Particularmente, no he visto mucha diferenciación de la paleta de colores según biomas a lo que recuerdo de los juegos de recreativa, es decir, predominan los ocres en las fases de desierto, azules apagados en las zonas de ciudad… Luego todo va fluido y no he notado ralentizaciones. Se ha jugado en una PS5 que no ha tenido ningún problema para moverlo.
Lo más negativo a destacar del apartado gráfico, es que no hay mucha diversidad de entornos y enemigos, y eso unido a que el juego se basa también en repetir y repetir puede hacer que se nos haga monótono en cuanto a este aspecto, sobre todo ya para una segunda o tercera vez que lo pasemos.
