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La otra cara de dicha alma salvaje es la música. Un conjunto de diecinueve pistas sonoras compuestas por Michael Kirby Ward. Una cantidad considerable de esas pistas son perfectas para cada momento, ayudando a transmitir lo que el juego busca transmitir. Por ejemplo, durante el primer encuentro con los Allosaurus, al principio hostil pero más tarde, al darse cuenta el “papá dinosaurio” de que no somos enemigos y no tratamos de hacer daño a sus crías, el comportamiento cambia y la música también.
Veredicto
A pesar de sus fallos y de ser un indie, Primal Planet es un metroidvania sorprendentemente entretenido y atrevido. Una trama un tanto “extraña” pero bien mostrada y articulada nos presenta un juego con una buena jugabilidad, capaz de transmitir una serie de ideas y conceptos que nos recuerdan que hombres y dinosaurios al final somos especies animales capaces de cosas similares, incluso de un entendimiento mutuo. No obstante, quizás esta experiencia resulte algo escasa en cuanto a su duración. Aun así, un apartado gráfico atractivo a la par que rudo y una música perfecta para este juego integran un indie sorprendente.
Puntuaciones
Gráficos: 7.5
Sonido: 8.5
Jugabilidad: 8.5
Duración: 6.5
Multijugador: 8.0
Historia: 7.5
TOTAL: 7.8
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