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En el menú de la batalla, cada unidad puede dirigirse a los diferentes grupos enemigos, y dependiendo del lugar en el que choquen (flanco, frontal, etc), los resultados pueden ser diferentes. Asimismo, en la parte superior de la pantalla tenemos la barra “moral”, que varía dependiendo de como se esté desarrollando la lucha y que influye en la fuerza de los ataques y en la defensa. Por ejemplo, si tenemos la moral alta, nuestros golpes serán más efectivos y poderosos. En momentos críticos, la moral puede decantar un combate. Mientras los combatientes ejecutan sus ataques, el jugador no debe permanecer pasivo. En pantalla aparece periódicamente un botón que tenemos que pulsar en el momento preciso para desencadenar un golpe maestro o cotratacar.
The Last Remnant es un juego exigente en el sentido de que las batallas se van haciendo más difíciles progresivamente. De hecho, hay algunos combates realmente duros de pelar. El caso es que los enemigos tienen autonivel, y por eso, el entrenamiento no siempre da sus frutos. Es un poco frustrante descubrir que tras horas de entrenamiento en misiones secundarias, el enemigo que se te resiste te de una paliza soberana. Para acabar con esos problemas, lo mejor es una buena estrategia y tener la suerte de tu lado. En este nuevo juego de Square, los personajes no suben de nivel, pero si que mejoran sus características, obtienen rangos y aprenden nuevas habilidades.
Las luchas no son aleatorias, en todo momento se puede ver al enemigo en la pantalla, de forma que podemos elegir si nos enfrentamos a él o lo dejamos pasar. Pero hay que tener cuidado, ya que algunos monstruos no permanecen pasivos, y si nos golpean primero, ellos tendrán ventaja (y viceversa). Cada enemigo, tiene en la parte superior un icono que indica cual va a ser su reacción cuando vislumbre al personaje; puede intentar huir, tener una conducta agresiva, o simple indiferencia. Lo que es importante, si queremos luchar, es golpear primero al enemigo.
A la hora de equipar a los personajes, podemos comprar armas, escudos y objetos. En la herrería, se brinda la oportunidad de mejorar las armas. Para ello, necesitamos componentes ¿cómo los conseguimos? Básicamente comprando en tiendas, descomponiendo a los monstruos en componentes (cuando cazamos a un monstruo-al acabar alguna batalla-, podemos venderlo o descomponerlo) o gracias a la inestimable ayuda del señor Garras, un pequeño ser que encontraremos por el camino y que se convertirá en nuestro cazaterosoros particular. En las mazmorras, es capaz de buscar los puntos de extracción.
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