Lost Odyssey

Mil años de sueños

Se suele decir a menudo que las comparaciones son odiosas, pero en el caso que nos ocupa éstas están en parte justificadas. El argumento de Lost Odyssey tiene un aroma muy particular, unos efluvios que recuerdan poderosamente a los de los clásicos Final Fantasy de la era Play Station. Se nota, y mucho, que detrás de la pluma está Hironobu Sakaguchi. En un JRPG, la historia juega un papel capital, y la nueva obra de Mistwalker no falla en este aspecto. El argumento sorprende, porque está trenzado con mimo, dedicación y un gusto exquisito. Hacía mucho tiempo que no veíamos algo tan grande.

El juego nos presenta a Kaim Argonar, un mercenario que ha sido maldecido con la vida eterna. Pese a que puede parecer más una bendición, para Kaim resulta un tormento, pues a lo largo de sus prolongados e intensos años de vida, ha tenido que ver morir a muchos seres queridos. Desde tiempos inmemoriales, casi mil años, este hombre de aparente personalidad fría, ha trabajado de mercenario, luchando en tantas batallas que dificilmente podría recordar los rostros de todos los guerreros que ha matado.

Durante los primeros compases de la narración, el personaje se encuentra inmerso en una cruenta guerra, donde se suceden escenas de lucha, y Kaim avanza enarbolando una larga espada, que balancea de un lado para otro para acabar con todo enemigo que se cruza en su camino. Poco después, inesperadamente, un gran meteorito cae desde el cielo y el campo de batalla queda desierto. Todos los soldados perecen irremediablemente, todos excepto Kaim, que en su condición de inmortal consigue sobrevivir.Algunos lo califican de milagro, otros se limitan a sorprenderse, pero Kaim sabe bien que aunque el árbol más antiguo del mundo se marchite, él todavía seguirá viviendo, siempre.

Tras una reunión con el Consejo de la República de Uhra, el Presidente le encomienda una misión especial, un periplo. Así comienza una historia repleta de acción, aventuras y mucha épica. No vamos a adelantar detalles, porque es preferible que el propio videojugador palpe las mismas sensaciones que nosotros hemos podido sentir sin estar expuestos de antemano a información reveladora que pueda mermar la experiencia posterior. Sin embargo, tenemos que apuntar que Sakaguchi ha cincelado una historia que hace de la nostalgia su arma más poderosa. Se trata de un guión que ahonda en el pasado de los personajes, en sus recuerdos y en sus propias vivencias. Al principio del viaje, nuestro héroe no recuerda nada de su pasado, tan sólo su nombre y su condición de mercenario. A medida que va sumergiéndose en la aventura, los recuerdos empiezan a aflorar en su mente y descubre muchos puntos oscuros que, juntos, trazan el cuadro de una obra de traiciones y tejemanejes que deben ser eliminados de raiz.

Lost Odyssey cuenta con una plantilla de personajes de lo más carismático. Además de su protagonista, el silencioso Kaim; la pirata inmortal Sez y el pervertido de Jansen-cuyos diálogos humorísticos ponen la guinda del pastel-se unen al elenco desde casi el inicio de la aventura. Más tarde, otros como los pequeños hermanos Mack y Cooke o la Reina de Numara, engrosarán en las filas de Kaim y sus amigos.