Final Fantasy III

Tal y como adelantábamos en los primeros compases de este texto, Square Enix no se ha contentado con realizar un port directo de Nes al estilo Final Fantasy I& II de GBA y PSP. En esta ocasión los desarrolladores han trabajado en un motor específicamente pensado para los circuitos de Nintendo DS. Se trata de un engine bastante potente-teniendo en cuenta el hardware en el corre- en completas 3D.

El diseño de los personajes a cargo de Akihito Yoshida (Final Fantasy XII) es bastante bueno, los modelados 3D tienen una estética parecida a los dibujos manga/anime y se ha optado por un estilo deformed, similar a lo visto en Final Fantasy VII y Final Fantasy IX. Este "look" da un toquecillo de desenfado al producto y se conjuga adecuadamente con la paleta colorista que ha usado Matrix Software, el estudio encargado de realizar la adaptación a la consola de doble pantalla de Nintendo. Los personajes principales gozan de un trato de favor en cuanto a diseño se refiere, como es natural cada uno de ellos disfruta de su aspecto correspondiente, algo que hace falta en el caso de los personajes secundarios, ya que se repiten mucho sus modelados. Por otro lado, todos los héroes andan algo escasos de polígonos, y sobre todo cuando la cámara se acerca a la acción, se nota especialmente dicha carencia. Otro de los grandes atributos de este título en términos de diseño es el sistema de trabajos. Cada una de las profesiones (mago, guerrero, ladrón, caballero, etcétera), cambia automáticamente el aspecto de los personajes. Es decir, si por ejemplo decidimos que Luneth se va a convertir en mago negro, el personaje aparecerá con la túnica negra correspondiente a su cargo.

En el caso de los escenarios encontramos entornos de gran belleza, pero con unas texturas que no llegan a convencer; se notan demasiado los píxeles. Quizá Square debería haberse planteado realizar los escenarios como en Final Fantasy VII, VIII y IX, con fondos prerrenderizados; así al menos se podrían haber disimular los problemas que tiene el hardware de Nintendo DS para generar gráficos "limpios" en 3D, y vistos los excelentes resultados que ha cosechado la técnica mencionada, seguro que habría sido una decisión acertada.

Tampoco nos ha gustado el empleo que se le ha dado a la pantalla superior. En algunos lugares sirve para visionar el mapa, pero en pueblos y otras zonas la pantalla se queda congelada en un antiestético color negro, con lo que parece que la consola está apagada.

La banda sonora original de Final Fantasy III fue firmada en su momento por el genial Nobuo Uematsu, y por fortuna todas las composiciones han sido respetadas en este remake. El músico presenta unas partituras muy sólidos, serias, épicas y también piezas clásicas que se han sido implementadas hasta los Final Fantasy de la actualidad. Estamos ante un trabajo musical muy digno, que pese a no llegar al nivel de las grandes composiciones de la saga, la firma inequívoca del artista nipón queda patente en cada nota, y en todo el conjunto de las melodías. Destaca especialmente la música que suena en la CG de presentación, absolutamente magistral.

Final Fantasy III, a diferencia de las últimas entregas de sobremesa, no incluye diálogos de voz entre personajes, sino únicamente conversaciones escritas (traducido al castellano). Para redondear este apartado no habría estado de más trabajar en un doblaje básico, cosa que no ha sido posible. Pese a ello todo parece indicar que los juegos futuros de la franquicia (como Final Fantasy Crystal Chronicles DS) si van a contar con voces. El resto de sonidos que podemos encontrar en el juego es un conglomerado de los efectos habituales de la saga.