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Aspectos técnicos.
Si aun no habéis visto ninguna repetición en alta definición de esas que circulan por la red no dejéis de hacerlo, es el “truco” con el que los desarrolladores nos han tenido salivando todos estos meses. El nivel de detalle es brutal, los modelos de los coches son alucinantes los mires por donde los mires, siendo los reflejos en la chapa de los coches tal vez el efecto más logrado de esta entrega. Los circuitos están muy trabajados, destacando sobre todo los urbanos como el que transcurre por Times Square en Nueva Cork, una gozada para los sentidos, aunque en los circuitos de carreras parecen un poco más “vacíos”, y la paleta de color un poco apagada.
La comparación con el anterior “benchmark” gráfico en juegos de coches, el Project Gotham Racing 3, tal vez no sea del todo justa ya que la complejidad de la simulación de Forza está a años luz de PGR 3, aunque Forza no sale mal parado. Hay quien esperaba un salto cualitativo con respecto a éste, aunque, sinceramente, con dos juegos tan distintos la vara de medir tiene que ser distinta.
Para quienes conocéis el Forza original: imaginároslo en alta resolución, con modelos de coches mucho más detallados (pero mucho), juegos de luces y reflejos que parecen de verdad (llegas a ver cromados del coche de al lado reflejado en el capó de tu coche, que si está dañado o rallado por un golpe lo veremos distorsionado) y a 60 frames por segundo. No es un juego que te deje con la boca abierta al estilo Gears of War, pero es muy bueno.
Si hay algo que no nos ha gustado es la escasa cantidad de vistas (4) entre las que de nuevo NO se incluye una de dentro del coche (la del PGR 3 es inútil pero ESPECTACULAR) y que las repeticiones tengan muy pocas opciones de personalización, aquí tienen mucho que aprender de los Gran Turismo.
Online
El Forza original fue capaz de dejar mal a Polyphony creando de la nada un simulador tan complejo como los GT y con el soporte online que ello llevan prometiendo años y aun no han enseñado. Forza 2 en este aspecto es más y mejor… Nada de lag, multitud de opciones de personalización de carreras, la posibilidad de correr con nuestros coches tuneados o con los de “stock”, en fin, una gozada que hará que sigáis jugando tiempo después de dejar el modo offline (yo aun jugaba con mis amigos a Forza hasta hace 1 mes).
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