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El desarrollo de tal argumento irá tomando color lentamente, primero nos iremos encontrando con situaciones en las que Kyle tendrá que cruzarse con todos los huéspedes del hotel, a pesar de que ya no ejerza como detective la profesión se lleva por dentro y no podrá remediar el intentar sonsacar todos los datos sobre el pasado de los personajes, aparte de para conocerlos a ellos también nos servirá para conocer al propio Hyde, y sobre todo para irnos abriendo paso en la turbulenta historia de Bradley.
La actitud desafiante y macarra que Kyle muestra durante la mayoría del juego nos da buena imagen de lo que este personaje es: un lobo solitario que perdió la esperanza de progresar hace mucho tiempo, y cuya única salvación puede ser cazar el mayor fantasma de su pasado.
La entrada en escena de Louisse (o Louie como Kyle le apoda) será crucial y encontraremos en este antiguo ratero un verdadero compañero de contienda, que debido a su acceso a partes del hotel reservadas solo para el “staff” podrá facilitarnos más de una misión.
Y en eso consiste el juego, merodear por el hotel una y otra vez como buenos detectives, charlar con todos los personajes que nos encontremos e interactuar con todos los objetos que se nos pongan a tiro, es ahí donde entra el papel de los puzzles, cosa que explicaremos más adelante, vayamos primero con el apartado técnico.
Como ya hemos subrayado antes, si por algo destaca el apartado gráfico de Hotel Dusk es por el diseño de sus protagonistas, cada uno de ellos estará dibujado a lápiz como si de un boceto se tratase. Mientras ellos conversan veremos su cara en cada una de las pantallas en la izquierda/superior veremos a Hyde y en la derecha/táctil veremos al personaje que está hablando con nosotros. Mientras hablamos veremos sus caras estáticas, aunque variarán dependiendo de las sensaciones que les produzca la charla.
En lo que es el juego más allá de los diálogos, en la pantalla derecha veremos un punto y una flecha que señalan nuestra posición y dirección en ese momento y la pantalla izquierda nos ofrecerá una perspectiva en primera persona de lo que nuestro agente va viendo, podremos así apreciar luminosos parajes que conforman la estructura arquitectónica del hotel, los decorados como decimos tienen un buen acabado gráfico pero cuando nos acerquemos a algún elemento concreto este se transformará en un amasijo de pixels, esto ocurre con todos los elementos que conforman el paisaje del hotel dejando así su mayor punto negro en lo que al apartado visual se refiere.
El fallo antes nombrado no debe empañar un ápice de la calidad y originalidad gráfica de la que Hotel Dusk: Room 215 hace gala, ya que es ahí, en su original puesta en escena donde el apartado visual consigue sus más altos puntos, y es que la estética que se crea gracias al contraste de personajes bicrómicos (salvo alguna tímida pincelada) y escenarios a todo color con una paleta en la que los ocres y los colores tomados son los protagonistas, como decimos estas son las razones que nos deben dejar más que satisfechos a la hora de evaluar el juego gráficamente.
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