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Los minis
El principal cambio que encontramos en esta continuación es el protagonista: Mario pasa a un segundo plano (lo cual decepciona bastante) y los miniMarios toman las riendas del asunto. Y claro, como ahora podemos controlar hasta seis de estos pequeños fontaneros de juguete, debemos usar el stylus a tope, dándoles básicamente tres ordenes: tocar una vez sobre ellos para que comiencen a andar, otra para que se paren, y arrastrar hacia arriba para que salten. Un control sencillo y eficaz, aunque a veces puede dar la sensación de ser algo impreciso si no hacemos el movimiento exacto. En cualquier caso, es lo suficientemente intuitivo como para que tu abuela lo juegue sin problemas, esto es debido a la bien conocida nueva política de Nintendo. Esa utopía de juegos sociales lo suficientemente sencillos como para que juegue tu mamá pero lo suficientemente profundos como para enganchar al lamer más hardcore. De momento parece irles bien con la DS y sus “touch! Generations” pero veremos si DS y WII soportan la salida al mercado de la PS3.
El juego
Volviendo al juego también tenemos que preparar el camino por el que los minis vayan a pasar: activando distintos tipos de plataformas haciéndolas visibles o invisibles, usando ascensores o muelles, o incluso usando tuberías entre otros cachivaches. No debemos olvidar que nuestro objetivo es conseguir que al menos uno de los minimario llegue a la puerta de salida, aunque lógicamente cuantos más salvemos mejor, ya que más alta será la puntuación. Tras superar 9 fases nos enfrentaremos a Donkey y según el número de minis que hayamos salvado esta batalla será más fácil o más difícil ya que los usaremos como proyectiles contra el gorila. Si lo superamos nos obsequian con un divertido minijuego y así sucesivamente hasta llegar al final. Cabe decir que el enfrentamiento con Donkey Kong a la larga se convierte en uno de los mayores alicientes del juego, ya que la dificultad aunque progresiva, acaba resultando poco retante y algo falta de gracia en determinado momentos. De todas formas, esta percepción cambia totalmente si intentamos conseguir la mejor puntuación en cada nivel, todo un desafío sin lugar a dudas. En total, 8 niveles correspondientes a los pisos del edificio con 10 fases en cada y que una vez superados se le añaden un montón de minijuegos, puzzles y extras. Una duración más que aceptable sobre todo si pensáis en que lo interesante del juego es conseguir la mejor puntuación posible, es decir salvar a todos los minis, lo que hará que lo juguéis una y otra vez.
La novedad más sustancial y más importante se encuentra en el editor de niveles. Este extra es perfectísimo y alargará casi infinitamente la vida del juego ya que además de daros la posibilidad de construiros vuestros propios niveles os permite enviárselos a vuestros colegas para retarles. También es posible descargar mapas nuevos, ver rankings mundiales y acceder a extras especiales. Todo un detalle por parte de Nintendo.
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