Yoshi´s Island

Estas puntuaciones también nos darán la posibilidad de jugar una de esas dos fases que aparecen después del último nivel de cada mundo y que en principio no podemos disfrutar. En cada nivel también existe una moneda gigante ilustrada con la cara de algunos de nuestros bebés, así que para conseguirla no solo deberemos hallar sus coordenadas sino también ir con el bebe que este presente en la moneda de turno, y claro que también tienen utilidad, pero tampoco es cuestión de destriparos el juego, solo comentaros algunos aspectos como que no será tan fácil de completarlo como pueda parecer, que la necesidad de encontrar una parada de cigüeña para buscar al bebé idóneo en cada momento será esencial tanto para progresar como para conseguir los antes citados ítems y que a parte de lo dicho también contaremos con interesantes extras como los minijuegos que luego os explicaremos más detalladamente, difíciles retos en los que deberemos prever el efecto y rebote de nuestros huevos para alcanzar sus objetivos, caminos secundarios, y un bonito modo museo en el que podremos darnos un agradable paseo donde podremos contemplar a los enemigos que hayamos ido derrotando, a lomos de un Yoshí claro está.

Los minijuegos tienen un enfoque diferente que en NSMB y no son tan dignos de mención como en el citado cartucho, aquí estos microgames están siempre basados en el propio juego y para puntuar en ellos manejaremos a Yoshi con sus controles intactos de cómo los disfrutamos en el desarrollo normal de cada fase, es decir esta vez el uso de la táctil no existe y las pruebas consisten en hazañas como aguantar pataleando en el aire con Yoshi la máxima distancia posible, llegar a una meta a través de un recorrido plagado de elementos elásticos que nos harán rebotar sin descanso, encestar en un alegre tulipán el máximo posible de huevos en 30 segundos o destruir un número de objetivos aéreos (a huevazo limpio claro está).
Estas pequeñas pruebas no estarán disponibles en un principio y las desbloquearemos al encontrarlas y jugarlas dentro del juego en sí (siempre estarán tras una puerta candada la cual deberemos abrir con una llave), y que en esas situaciones aparte de para desbloquearlas de la sección "minijuegos" nos servirán para conseguir vidas extras según el tamaño de nuestras proezas. Esta vez este apartado ha sido menos cuidado, y aunque algunos verdaderamente enganchan, habría sido un gran punto positivo una nueva galería de desafíos táctiles como las que pudimos ver en Mario 64 DS o en el ya citado New Mario, y también se echa en falta que puedan ser compartidos con otros amigos a través de la descarga DS o el modo multitarjeta, una lástima que Nintendo no haya cuidado este aspecto tanto como en otras ocasiones.

Un mundo de color, y onomatopeyas
Gráficamente nos encontramos con un plataformas bidimensional lleno de un color que parece haber sido recién dibujado sobre el papel; toda esa estética infantil que tanto le gusta a Nintendo y que es tan injustamente criticada por muchos, se acentúa aún más en este cartucho con elementos como las margaritas sonrientes o el diseño de los bebés (algunos bastante más encantadores que en su faceta adulta). Pero si a diseño de personajes nos referimos la estrella serán los enemigos, algunos de corte clásico como los koopas, Bill bullet o los shy/fly guys.
Los enemigos finales gozan de gran originalidad y de un buen acabado gráfico, normalmente serán enemigos corrientes aumentados notablemente en cuanto a sus proporciones, la manera de acabar con ellos  se basará en lanzar huevos, pero algunos requerirán estrategias especiales como hacerles morder rocas o guiarnos por  su reflejo el cual solo veremos en la pantalla táctil.