Street Supremacy

Genki ha diseñado un motor gráfico sencillo que no sorprende en absoluto dentro del catálogo de Play Station Portable. El juego cuenta con unos modelados bastante correctos que son, como ya se ha comentado, reproducciones de coches reales. Ahora bien, se aprecian texturas poco detalladas, excesiva iluminación en la carrocería y jaggies (dientes de sierra). Los coches por su parte no se deforman con los choques, por que no hay alteraciones de ningún tipo en función de los daños recibidos. Una de las cosas más importantes en este tipo de juegos arcade es la sensación de velocidad, los bólidos tienen que correr rápido y deben transmitírselo al jugón. En Street Supremacy eso no ocurre, da igual que vayas a 100 km/h o a 250, la sensación es exactamente la misma. Da la impresión de que los coches siempre van lentos, algo incomprensible en un videojuego de esta factura. Por otro lado el comportamiento de las máquinas no es tan realista como debería ser, se aprecia cierta tosquedad que imprime un toque de torpeza, el coche no siempre responde bien. La inteligencia artificial de los rivales tampoco es para tirar cohetes precisamente, pues todos se compartan de manera simular y enseguida aparece cierto tufillo a monotonía, algo que te hace pensar que todas las carreras se desarrollan de manera similar. Los escenarios están ambientados en las calles de Tokyo. Encontramos lugares como el Parque Shiba o Haneda, todo en plena noche (se echan en falta circuitos diurnos). Los entornos no son muy ricos (texturas sencillas) y pecan de repetir una y otra vez los mismos elementos, algo que evoca nuevamente a la sensación de monotonía que tanto se repite en todo el conjunto de Street Supremacy. Tampoco existen cambios climáticos que afecten a la jugabilidad.

Todas las cosas buenas que pudiera tener este videojuego en materia gráfica se van a la tumba cuando se descubren los horrorosos tiempos de carga. Un juego portátil tiene que poseer cierta agilidad, no puede ser que el jugón tenga que estar más tiempo viendo la pantalla de carga que jugando al videojuego, es intolerable. Si haces un viaje en autobús de corta duración y quieres jugar a un juego de PSP, desde luego lo mejor es no elegir Street Supremacy, pues puedes correr el riesgo de encender la consola, llegar a tu destino y aun no haber visto la pista ni tu coche. Hay que cuidar más estas cosas, nunca está de mal recordarlo.

Una traducción lamentable

Al leer algunos de los textos que aparecen en este Street Supremacy uno no sabe si reír, llorar o despacharse a gusto con los traductores que han acometido tan "gloriosa" hazaña. No me tiembla la voz al afirmar que el traductor de Google es capaz de hacer traslaciones más honrosas que la que hace gala este videojuego, y eso que es un proceso automático que no hace uso del talento de persona alguna. Tal y como se diría coloquialmente, en Street Supremacy se habla en un español "indio"; el mal uso del plural (el equipo X han tomado X zona) es sólo el telón de fondo de errores más rimbombantes como la utilización de las palabras "ganar" y "perder" en lugar de "ganador" y "perdedor", errores tipográficos del estilo "CARGANTD" en lugar de "CARGANDO" o el empleo de vocablos que poco tienen que ver con el sentido verdadero (ejemplo: "repetir escenario" haciendo alusión a la posibilidad de ver las repeticiones) . Es inadmisible que una compañía de la talla de Konami no controle un poco más la localización de sus productos, que en más de uno ha sido paupérrima. Esperamos que en un futuro se esfuercen un poco más en este aspecto, porque no da buena imagen precisamente.

En cuanto al sonido, la verdad es que pasa bastante desapercibido. La banda sonora es floja, de corte cañera pero sin temas excesivamente remarcables que merezcan ser incluidos en ningún CD. Pese a ello ésta logra empastar bien con el ambiente, aunque se hace muy repetitiva y monótona. El resto de sonidos lo componen los ruidos de los menús, el rugido de los motores y los choques, que cumplen perfectamente con su cometido sin sobresalir en ningún momento.