Si eres de los que les gusta compartir la acción, Hyrule Warriors: La era del destierro te lo pone fácil con su modo cooperativo local. Podrás jugar con un amigo, dividiendo la pantalla o usando dos consolas con GameShare, tanto en local como online. ¡Ideal para arrasar enemigos en compañÃa! Cabe destacar, sin embargo, un caso peculiar: en una de las misiones clave de la historia principal, el juego inexplicablemente no permite la opción de pantalla partida, a pesar de que hay varios personajes jugables en pantalla y en otras introducciones de héroes sà hemos podido disfrutar del cooperativo. Es un pequeño detalle que no empaña la experiencia general, ya que el rendimiento del tÃtulo no se ve afectado al jugar a pantalla partida, manteniendo siempre la fluidez.
Y para los coleccionistas y fans de la saga, hay más chuches. Si tienes amiibos de The Legend of Zelda, podrás escanearlos, un máximo de cinco al dÃa, para conseguir recompensas in-game, desde materiales hasta objetos más útiles. Incluso si no son de la serie Zelda, puedes escanear otros amiibos para obtener recompensas "light", como materiales básicos, lo que siempre es un buen extra para tus aventuras. Además, si eres de los que ya tienen datos guardados de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom o de Hyrule Warriors: La era del cataclismo, recibirás bonificaciones especiales: una espada o un mandoble de la guardia ilustre tras completar la misión "La tormenta que aúlla". ¡Un guiño a los más fieles que siempre se agradece!
Apartado técnico
La premisa de Hyrule Warriors: La era del destierro es un espectáculo visual acorde con la nueva consola de Nintendo. Si bien los anteriores Hyrule Warriors ya eran bastante resultones en su apartado artÃstico, aquà esperamos un salto cualitativo que aprovecha la mayor capacidad de la Switch 2. Koei Tecmo, con su experiencia demostrada en el género y en la franquicia, exprime el hardware para ofrecernos hordas de enemigos en pantalla sin despeinarse, manteniendo una tasa de frames estable incluso en los momentos de mayor frenesÃ. Efectos de partÃculas épicos para los ataques especiales, explosiones que rellenan la pantalla con detalles, y entornos que realmente nos transportan al Hyrule del pasado, con una riqueza de texturas y una distancia de dibujado que superan lo visto hasta ahora.
Los diseños de los personajes, que ya son geniales, lucen todavÃa mejor con ese extra de potencia, mostrando más polÃgonos, animaciones más fluidas y un nivel de detalle en sus atuendos y expresiones que contribuye a una inmersión total. La dirección artÃstica, tan caracterÃstica de la saga Zelda, se realza con un apartado técnico ambicioso que busca sorprender y maravillar a los jugadores, ofreciendo una fidelidad visual que eleva la experiencia del combate a gran escala.
VIDEO
En un juego de estas caracterÃsticas, la banda sonora es crucial para meternos de lleno en la acción. Unas melodÃas épicas que acompañan a la perfección las batallas masivas, con temas que evocan la grandiosidad de The Legend of Zelda, pero con ese toque cañero y frenético propio de un musou. La mezcla de instrumentos orquestales, coros y elementos electrónicos crea una atmósfera vibrante que eleva cada enfrentamiento, con piezas que se adaptan dinámicamente a la intensidad de la acción, desde momentos de exploración hasta los picos de adrenalina contra jefes. Los efectos de sonido, desde el choque de espadas hasta las explosiones de los artilugios Zonnan, tienen que ser contundentes y suman a la inmersión, cada golpe resuena con fuerza, cada hechizo desprende un sonido distintivo que informa al jugador y lo mantiene pegado a la pantalla.