Keeper es, sin duda, una propuesta arriesgada. Double Fine ha vuelto a tirar por el camino menos transitado y nos ha entregado una experiencia que se aleja de lo convencional. Es hermosa, sÃ. Es mÃstica, también. Y es surrealista, un rato largo. Pero precisamente por ser tan especial, puede que no sea para todo el mundo. Si eres de los que disfrutan de las narrativas experimentales, de los juegos que te obligan a interpretar y a reflexionar, y de los que valoran el arte por encima de la acción, entonces Keeper es un puntazo que tienes que probar. Te llevará de la mano (o mejor dicho, te dejará libre) en un viaje que te dejará pensando. Ahora, si lo tuyo es la adrenalina, los tiros y las explosiones, pues ni de broma, amigo. Este no es tu juego. Pero si te atreves a dejarte llevar por la mÃstica y lo bello, te espera una odisea que, te lo aseguro, no olvidarás fácilmente.
