Hasta aquà la parte más común con otros juegos de gestión de bases o supervivencia. La mayor particularidad de The Alters radicará en la tripulación de la base. Una vez descubramos la primera veta de rapidium, desde la tierra, se nos propondrá crear alters (o clones) de nosostros mismos, pero con una particularidad, con sus recuerdos cambiados. ¿Y esto cómo es posible?, pues con el rapidium y un ordenador cuántico. Tarea fácil vaya. Pero... ¿de qué nos sirve tener una copia de nosotros mismos?, pues para tareas comunes como cocinar o crear algún objeto en el taller nos viene de perlas, hasta que necesitamos un médico.
Es ahà en el punto en el que The Alters se convierte en un juego mucho más allá de lo común. Nuestros Alters, son, por asà decirlo, versiones alternativas de nosotros mismos, versiones que, en determinado momento de nuestras vidas, tomaron una decisión diferente a nosotros. En esencia somos nosotros mismos, con la misma familia, el mismo origen, pero destino totalmente diferente. Con sus propios conocimientos, miedos, inquietudes o principios. Por supuesto, cuantos más Alters (hay un lÃmite, no podemos tener 500), más costoso será mantener la nave, más comida necesitaremos, asà como un crecimiento exponencial de los recursos que necesitaremos. Pero para eso hemos creado a nuestros Alters, para que nos ayuden, pero tendremos que tener en cuenta muchos más factores.
Pero ahora ya no tendremos que gestionar únicamente recursos y una nave con una forma de dudosa utilidad, si no que tendremos que lidiar con la personalidad de cada uno de los Alters que estén a nuestro lado. Poder gestionar sus emociones, ayudándoles a sobrellevar una situación tan extraña, cumpliendo peticiones, intervenir cuando dos de ellos estén en desacuerdo. Todo esto para llevar a buen puerto nuestra misión y que no haya... incidentes, como motines, por ejemplo.
El excelso mimo narrativo es algo que 11 Bit Studios hace francamente bien y es donde más destaca este The Alters. Cada decisión que tomemos, cada respuesta, tendrá sus consecuencias, desde calmar a uno de nuestros yos hasta que se enfaden con nosotros por no hacerles caso y no quieran trabajar. El hilo principal añade una capa más a estas interacciones mezclado temas como el existencialismo, diferentes decisiones que pueden y desafÃan a nuestros creencias éticas, el amor, o el corporativismo de la empresa que nos ha llevado a ese lugar y esas situaciones. Desde luego, en esto no dejará indiferente a nadie.
Escapando del planeta... o no
The Alters es un juego para jugar y rejugar con calma, empapándonos de su riquisima historia. Al tener tantas opciones en los diálogos, diferentes alters y algunas decisiones que pueden marcar el avance de la historia, es un juego que podremos rejugar tranquilamente para ver todas las alternativas que nos plantea. No es un diez como juego de supervivencia o de exploración, tampoco lo es como juego de gestión de la nave o de los recursos pero, gracias a todo lo que le rodea y a como lo une con su genial narrativa y trama hace que sea un juego excelente.
