Ya hemos hablado a grandes rasgos de la jugabilidad, pero como siempre, debemos hablar del apartado gráfico y sonoro. En el caso del primero, vemos unos gráficos bastante buenos para ser un juego indie. Hay multitud de cinemáticas, una atmósfera oscura y apocalíptica bastante logradas.
Por si fuera poco, hay varios escenarios distintos, buenas animaciones al realizar los combos, interesantes modelos de unidades, NPCs y enemigos. Un gran trabajo. En cuanto al apartado sonoro, vemos también un trabajo bastante bueno que se combina con la atmósfera y la ambientación japonesa.
Veredicto
Spirit of the Samurai es un juego de acción con mecánicas divertidas, un tanto desafiantes, algo de exploración, un buen apartado gráfico al que se añade otro buen apartado sonoro. La cultura japonesa es un elemento que sigue atrayendo la atención de occidente. Samuráis, demonios y leyendas han llegado a nosotros a través de películas, series y mucho más.
Por desgracia, este trabajo resulta gravemente perjudicado por la inmensa y continua cantidad de bugs, en el combate, en el “plataformeo”. Resulta complicado, divertirse en un juego donde la mayor dificultad reside en el número de enemigos a combatir a la vez y los fallos, más que en los enemigos o en las sorpresas del juego (trampas).
Después de morir de forma ridícula una y otra vez, el jugador puede tener la sensación de que pierde el tiempo porque realmente su habilidad o falta de ella queda en segundo plano, también el hecho de mejorar las estadísticas o las armas arrojadizas, estas últimas son prescindibles en la mayor parte del juego. El propio juego se lastra a sí mismo por esta dificultad injusta, que alarga innecesariamente el juego y que atenta contra alguna de las premisas del juego.