El problema es que, a la hora de realizar combos, esquivar o incluso darse la vuelta y contraatacar, los bugs permiten a los enemigos situarse a nuestra espalda, ignorar ataques nuestros a pesar de que físicamente les hemos alcanzado, dejándonos vulnerables a sus ataques (en general muy rápidos). De hecho, pueden “traspasarnos” salvando nuestro ataque y colocándose una vez más a nuestra espalda, donde gracias a su rapidez, moriremos de forma ridícula e innecesaria multitud de veces si no hay suerte.
Salvo los jefes, el resto de enemigos no resultan una gran amenaza, pero gracias a los bugs, que dificultan esos “controles rápidos, fluidos”, nos matarán con insultante facilidad. En otros casos, hay enemigos que, aunque hayan perdido la vida, si están pegados a una pared siguen vivos hasta que les hagamos salir. Al final del juego, hay enemigos que al morir explotan, pero puede que tengamos que acercarnos para que exploten, sino seguirán vivos algunas veces y pueden matarnos, aquí habremos llegado a la octogésima muerte innecesaria y repetir la cinemática previa.
No son los únicos bugs, a la hora de saltar y alcanzar otras plataformas, Spirirt of the Samurai ofrece algunas trampas y zonas que exigen saltos precisos. Sin duda, es algo positivo que obliga al jugador a saltar en el momento adecuado y ser rápido de reflejos. Una vez más, es una lástima que algunos bugs nos maten de nuevo, aunque alcancemos el punto exacto de la plataforma.
Volviendo al combate, nuestro protagonista tanto en forma humana como de Kodama, puede combatir al enemigo con combos personalizables con su espada, para desbloquearlos todos hay que explorar, derrotar enemigos y mejorar las estadísticas de destreza y fuerza. También tenemos el arco y los objetos arrojadizos. El sistema sería notable si no estuvieran los bugs, aunque quizás sería interesante tener más armas.
Spirit of the Samurai tiene un sistema de guardado basado en pequeños altares, en ocasiones se nos obliga a superar una fase o zona sin guardar. En estas fases podemos tener que luchar contra varios grupos de enemigos, algunos no los vemos venir. La idea de tener que superar del tirón toda la fase es buena, pero una vez más los bugs lo estropean.
Volviendo brevemente a los altares, hay unos especiales que permiten hacer mejoras. ¿Qué mejoras? En primer lugar, las cuatro estadísticas del personaje:
- Fuerza (daño)
- Resistencia
- Destreza (para desbloquear movimientos y combos)
- Arco
¿Cómo se mejoran? A medida que cumplamos misiones (algunas de los pocos NPCs que hay), o acabemos con enemigos recibiremos experiencia y subiremos de nivel. Cada nivel nos concede tres puntos de mejora. En estos altares además se pueden comprar pociones, flechas y kunais gastando incienso, además podemos vender otros objetos por incienso mediante “ofrendas”.