Quiero decir, que no es porque el salto haya fallado y toque un pincho que no debería de haber tocado. Si lo tocas, es porque has errado tu. Esto es tremendamente adictivo y acaba convirtiéndose en “por mis santos…. Que lo hago” muy a lo Mario Maker con esa pantalla que nos cuesta de pasar, pero que no es injusta. Ahora, claro, nunca estaremos exentos de acordarnos de la familia de los desarrolladores de vez en cuando o de decir, “el juego no quiere que gane”. Por supuesto que tendremos a nuestra disposición un mapa de todas las secciones que vayamos descubriendo, como en cualquier metroidvania que se precie desde Super Metroid.
Técnicamente hablando…
El juego es desaliñado, pero muy bien resuelto. El pixelart es chulo, es suave en sus animaciones, Zapling se mueve con un movimiento hipnótico. La paleta de colores es bastante oscura, lo que colabora en la tristeza y lo asquerosete que es el juego, que quiere transmitir el juego. No obstante, recordad que controlamos una especie de moco. Los biomas son variados y están bastante bien diferenciados, tanto en escenario, como con los moobs de cada escenario. Cada sitio, con su idiosincrasia propia. Los jefes acompañan de la misma manera.
A nivel auditivo, los sonidos son simples pero efectistas y en su mayoría la banda sonora es meramente ambiental sin ninguna pretensión. Solo acompaña y ya. No es la panacea a nivel sonoro, así que digamos que el sonido está porque tiene que estar y acompaña con dignidad al juego. A propósito, se ha jugado en una Xbox Series X sin más problemas ni se han detectado bajadas. Además, está en un perfecto inglés sin que esto sea un condicionante negativo tampoco, puesto que no es un inglés difícil y tampoco hay tantos textos.
Conclusiones
Lo mejor que podemos decir, y es que es verdad, es que Zapling Bygone es adictivo, muy mucho. Pero no debes olvidar que es exigente con el jugador a la par que clásico en sus postulados, es decir, al menos sabes lo que vas a jugar. Hace gala de un pixelart muy bien animado y algunos efectillos que resultan graciosos, pero eso sí, con personalidad en su estilo. En definitiva, no va a ser ese título revolucionario que tanto esperas en el apartado de los metroidvanias, pero si que va a cumplir con tus expectativas, sobre todo si eres amante del género. Tiene una buena jugabilidad y un diseño graciosete a la vez que asquerosete, pero eso sí, en la lengua de Shakespeare.
