La franquicia de Paper Mario es un soplo de aire fresco para todos aquellos que estaban acostumbrados a ver a este querido personaje en sus aventuras más clásicas en las plataformas, un gran cambio de aires en ciertos sentidos. Gracias a la particularidad que se le ha dado gracias al formato con el que se ha recreado tanto a nuestro protagonista como al mundo en general y al resto de enemigos tenemos diferentes formas de poder avanzar a lo largo de la aventura aprovechándonos de ello.
Por ejemplo, al poco de avanzar veremos que hay ciertas zonas a las que Mario no puede acceder, están demasiado altas y el pobre pues está chiquito. Si seguimos avanzando en la historia conseguiremos un poder que nos permite que se convierta en un avión de papel, lo cual nos permitirá llegar a zonas anteriormente inaccesibles lanzándonos desde lugares elevados y planeando hasta la zona, eso sÃ, aprovechando la inercia y el aire para poder llegar a él.
Esta es una jugabilidad interesante, sin embargo, le encuentro también en ella uno de sus grandes problemas en cierto sentido y es el hecho de que vamos a necesitar estos poderes para avanzar si o si y tendremos que recorrer en ocasiones mucho camino hacia atrás para poder llegar a la zona en cuestión en donde usarlo para seguir avanzando en la historia. Esto hace que haya jugadores a los que se les puede atragantar este elemento, no todo el mundo está dispuesto a tener que dar media vuelta para volver a un lugar anterior con lo que eso supone tanto para usar los nuevos poderes como para simplemente avanzar sin más en la historia.
Un mundo muy colorido, bonito y curioso
Si hay algo que llama la atención desde la pantalla principal es sin lugar a dudas su apartado artÃstico. Se que no te voy a sorprender si te digo que todo está recreado como si fuera un mundo de papel, no por algo la franquicia se llama Paper Mario, pero créeme si te digo que le da un toque mágico, único y precioso. El diseño de personajes me ha encantado por cómo se ha llevado a este tipo de modelado para ellos, se nota el mimo y les da a muchos de ellos un toque mucho más cómico y caricaturizado. Me ha gustado especialmente el diseño de Mario, mucho más achatado que de costumbre lo que le da un toque simplemente adorable.
Lo mismo pasa con los escenarios, me han sorprendido como se ha trasladado el mundo de Mario a esta técnica, con entornos que parecen sacados de un recortable y para nada planos, entornos con diferentes capas entre fondos, aunque eso sÃ, con personajes con bastante menos volumen a lo que nos tienen acostumbrados.
Su interesante diseño no nos pasará desapercibido al igual que no lo hará su música, un conjunto de melodÃas que nos lleva irremediablemente al universo de Mario Bros. En este sentido es un apartado de notable alto, que no llega al sobresaliente al no haber apostado por haber doblado en cierto modo el juego, tendremos algunas onomatopeyas, pero poco más. Como ya os podéis imaginar, Nintendo no ha dejado de lado nuestro idioma y viene perfectamente localizados sus textos en castellano.
