Cuando nuestra aventura en la tienda del comerciante llegue a su ocaso, seremos completamente libres de hacer lo que nos apetezca por nuestro pueblo, eso sÃ, aun deberemos una importante suma de dinero a Tom que tendremos que pagársela tarde o temprano (para asà poder realizar las ansiadas reformas en nuestro domicilio.). Como veis, el objetivo del juego es tan simple como interactuar con nuestro vecindario lo suficiente como para ampliar nuestra casa y decorarla, algo al estilo los Sims, vamos. Pero no dejéis de leer todavÃa, algo tan chorras sobre el papel se transforma en horas y horas de diversión.
Las formas de ganar dinero con el que pagar nuestras deudas y adquirir nuevo mobiliario son similares a las del tÃtulo de GameCube. Podremos pescar, buscar fósiles, recolectar fruta, plantar flores, hacer recados… un sin fin de actividades que adquieren una nueva dimensión en la portátil de Nintendo. El uso del lápiz hace que realizar ciertas tareas, como pescar, se simplifique y sea más divertido que en la versión de Gamecube. Aquà tendremos que acercarnos al rÃo, lago o playa y pinchar donde queremos lanzar nuestro anzuelo, teniendo en cuenta la corriente, hacia donde se mueven los peces (de los que solo vemos su sombra), etcétera.

El paso del tiempo. En nuestra nueva ciudad todo transcurre en tiempo real. El juego está sincronizado con el reloj de la DS: hay amaneceres y anocheceres, los fines de semana no son "laborables", hay dÃas de mercado, fiestas señaladas en las que ocurren cosas que no os vamos a desvelar, personajes que solo aparecen determinados dÃas, cambios de mercancÃa a la venta en las tiendas… Vamos, que está todo pensado para que todos los dÃas entremos al menos un ratito a ver con qué nos sorprende el juego.
Multijugador Al igual que en GameCube, con un único cartucho podrán jugar hasta 4 personas, aunque todas vivirán en la misma casa y compartirán gastos y objetivos decorativos. Cada una podrá interactuar con el mundo que le rodea de forma independiente, aunque la imposibilidad de "independizarte" resta alicientes a este modo.
Cuando tienes un amigo con una copia del juego podrás visitar su ciudad o hacer de anfitrión en la tuya. Esto permite hacer compras e intercambios, enriqueciendo nuestra comunidad y añadiendo un aspecto social al juego de lo más interesante. Si dispones de conexión WiFi puedes entrar a pueblos (y permitir acceso al tuyo) de gente de todo el mundo, aunque para eso tienes que conocer el código de amigo de la persona a visitar. Esto resta posibilidades al invento, pensad por ejemplo en un mercado mundial de intercambio de productos, o una especie de Messenger en el que conocer gente de todas partes con un interfaz tan gracioso y lleno de detalles como Animal Crossing. También hay que entender que el público objetivo de este juego son los niños y adolescentes, y Nintendo lo último que querrÃa son historias de pedófilos usando sus consolas para conocer niños. Es triste que pervertidos puedan coartar las posibilidades de ocio de los jóvenes, pero entendemos perfectamente la postura de Nintendo.
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