Llegados a este punto, queda claro que Gungrave G.O.R.E. es un beat’them’up de los que ya no se hacen, un juego que antepone la acción a todo el resto de cuestiones. Y… maldita sea. Os reconozco que estar un rato destrozándolo todo en este juego es de lo más satisfactorio y entretenido. Si bien tiene alguna pega que otra, siendo mi principal queja el inmovilismo de Grave. Es cierto que los juegos pasados en disparos de hace un cierto tiempo eran bastante estáticos, pero en los tiempos que corren, después de maravillas tan dinámicas como el movimiento de Metroid Dread, Lollipop Chainsaw, Bayonetta o el clarísimo precursor de Gungrave, Devil May Cry, se me hace algo torpe y tosco. No hace que el juego sea necesariamente peor, pero sin lugar a dudas, si nos cabe esperar un nuevo Gungrave, por favor. Grave debe de apuntarse a un gimnasio a hacer un poquito de aeróbic para su próxima aparición.
60 frames por segundo de disparos sin fin
En cuestión técnica, el juego nos ofrecerá dos posibilidades a la hora de jugar, pudiendo utilizar un modo rendimiento, en el cual veremos el juego a 60 frames por segundo a 4K, y un modo calidad, en el que activaremos las sombras por ray tracing a 4K a cambio de reducir la tasa de frames a 30. Y es bueno que el juego nos de la opción, ya que siempre podremos decidir entre jugar en condiciones al juego, o si jugar a cámara lenta con luces mejores. No pretendo faltarle al respeto al juego, ni mucho menos, pero es que, sencillamente, no se me ocurre quién podría preferir jugar a un beat’them’up de estas características a 30 frames por segundo, con bajadas de frames que ni el VRR de nuestra Xbox Series X conseguirá disimular, mientras que el modo rendimiento es una sinfonía de acción y destrucción imparable.
El juego cuenta con un estilo industrial gótico bastante particular, de nuevo, propio de títulos de otra época. El juego no cae en la tentación de reducir todo a niveles oscuros y marrones, pero si es cierto que conforme vayamos avanzando por Scumland, y una vez acabamos con el primer terrateniente, por el resto del globo, empezaremos a desear que hubiera un poquito más de variedad entre los enemigos “masilla”. Al menos las peleas de jefe son lo suficientemente entretenidas y variadas que acaban siendo una especie de recompensa después de acabar por enésima vez con los tíos del escudo.
El juego está traducido al castellano, lo cual resulta llamativo viendo cómo suele ser algo olvidado por la mayoría de empresas en juegos de este nivel, y contaremos con doblaje inglés, japonés y coreano. Por supuesto, no hay ningún problema en jugar al juego con todas las voces en inglés, pero el plus de “flipadísmo” que le da al juego el tener a los protagonistas hablando en su japonés natal, enfrentándose al Clan del Cuervo mientras nos insultan en coreano es muy divertido. Con respecto a la banda sonora, reconozco que tenía esperanzas después de las grandes piezas de rock que Tsuneo Imahori nos dejó en los juegos anteriores de la saga, pero lamentablemente, este Gungrave G.O.R.E. no sobre sale especialmente en este apartado.
Conclusiones
Gungrave G.O.R.E. es uno de esos juegos que hay que tener mucho cuidado a la hora de valorar. Por un lado, sería sencillo destrozar al juego con su apartado gráfico, su banda sonora, su falta de novedades a la hora de controlar a Grave una vez pasadas las primeras tres o cuatro misiones. Pero por otro lado… ¿no es exactamente esto lo que cabría esperar de Gungrave?
