Divinity: Original Sin 2 - Definitive Edition

Como os podéis imaginar, esta profundidad de control conlleva una cantidad de opciones nada desdeñable... por lo que no tardaremos en encontrar limitaciones al mando con el que jugamos. No os quiero llevar a error, porque hay que reconocer que Larian Studios ha solucionado muy bien la papeleta, escondiendo menús multitudinarios tras un gatillo y un movimiento de stick, y el hecho de que el juego sea por turnos en los combates, pudiendo pausar sin limite la acción, nos ayudará a encontrarnos y a quedar del todo satisfechos con nuestras acciones. Pero aun así, no puedo evitar echar en falta un ratón y un teclado.

La precisión de su puntero a la hora de buscar elementos es única, si bien contamos con un botón dedicado en exclusiva a detectar todos los objetos que tenemos al alcance y que nos deja interactuar con ellos directamente. La posibilidad de echar un vistazo al nivel de un manotazo me resulta más cómoda que la opción de pulsar un botón para separar la cámara de nuestro personaje. Y, por supuesto... en un monitor estaremos mucho más cerca que a nuestro televisor, por lo que leer las miles de líneas de texto de las que se compone el juego no supone una tarea tan ardua. Lo que quiero decir es que el juego no se maneja mal, y podría haber sido mucho peor... pero también podría haber sido algo mejor.

Detalles, detalles y más detalles

A nivel técnico, el juego también es muy sorprendente. A fin de cuentas, me pongo en la piel de los desarrolladores, y hay que reconocer que teniendo en cuenta que estamos tratando con un juego que veremos en perspectiva isométrica la mayoría del tiempo, pudiendo pasar a una cenital en los combates, resulta tentador simplificar y no dedicar tiempo de más a la hora de hacer detalles. A fin de cuentas, ¿qué sentido tiene decorar un barco en el que vas a pasar apenas 15 minutos, y encima vas a mirar de lejos?.

Pues para Larian Studios, tiene todo el sentido del mundo. Así como el juego nos plantea una narrativa profunda y rica, con personajes tridimensionales, con objetivos e intereses propios, más allá de los propios deseos del jugador, el propio mundo en el que nos movemos se caracteriza por darnos una libertad increíble. Obviamente, esto sigue siendo un videojuego, que para el caso, se podría manejar perfectamente con ratón y teclado. No esperéis un GTA a nivel de control, pero si os lo encontraréis a nivel de viveza de las ciudades. Todos los rincones están plagados de objetos perfectamente detallados e interactuables. Me da miedo pensar la cantidad de horas que han tenido que trabajar sólo para que tengamos la oportunidad de sentarnos donde nos dé la gana, y realmente "rolear" nuestra partida, sin hacer demasiadas concesiones por culpa de la técnica. Y lo que es mejor... todo sin que haya ralentizaciones. Es cierto que el juego no requiere de la mayor de las fluideces, pero esto no ha servido de excusa a Larian, ofreciéndonos una experiencia fluida y técnicamente muy buena.

También he de destacar la traducción al castellano del título, ya que fue uno de los puntos más flacos de la versión original del título cuando salió originalmente en PC. Tuvimos que recurrir entonces a traducciones no oficiales realizadas por una máquina o por fans, por lo que contar ahora con una traducción fidedigna y profesional es una gozada.